Yo digo | Xabier Fortes
¡Ay, aquella quiniela de Batalla!
Los aficionados del Pontevedra llevamos ya muchos años padeciendo una crónica decadencia deportiva que adquiere tintes de crueldad por su contraste con los años sesenta, los años del Hai que roelo. Por ello solemos acudir a los recuerdos. Está el liderato del 65 ante el Atlético, las goleadas al Madrid y Barça en Pasarón, pero sobre todo, por lo curioso y polémico, un choque contra el Zaragoza que pasaría a la historia. Era 1968 y el Pontevedra jugaba en La Romareda el último partido de una jornada, con los demás finalizados. Manuel Batalla, un magnífico defensa central, lo hizo con una sonrisa. Había cubierto una quiniela de dos apuestas y contaba ya con trece aciertos. Sólo tenía que acertar el que iba a jugar en ese momento y al que había puesto una equis.
A cinco minutos del final, los gallegos se pusieron 0-2. En esos instantes finales el Pontevedra encajó dos goles tontos que le dieron un pleno millonario. La polémica empezó a convertirse en debate nacional cuando Matías Prats finalizó la transmisión comentando la anécdota. Ya ven, así matamos el tiempo en Pontevedra, con las batallas de Batalla, con los recuerdos que en esta ocasión nos trae el Zaragoza. Ayer se ganó.