Roberto: "Marcelo es mi heredero en el Madrid"

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Roberto: "Marcelo es mi heredero en el Madrid"

Roberto: "Marcelo es mi heredero en el Madrid"

A ambos jugadores les separan quince años, pero los dos tienen esa sonrisa de futbolista pícaro que indica que con un balón te la puede liar en cualquier momento. Constituyen el pasado, presente y futuro del Madrid. Maestro frente a alumno, mito frente a realidad. Pasen y disfruten.

As reunió ayer a pasado, presente y futuro del lateral izquierdo del Real Madrid. Roberto Carlos frente a Marcelo. Mito frente a promesa. Un ídolo del madridismo cara a cara con un jugador que con tan sólo 19 años ya se ha convertido en una realidad en el Madrid de Schuster.

Dicen que en la vida no hay nada mejor que tener un padrino y si en el fútbol y en un club como el Madrid el que te apadrina es el mejor extranjero de la historia del equipo blanco tras Di Stéfano, más que una losa el halago se convierte en un honor: "Marcelo es mi heredero en el Real Madrid. Es un crack, tiene muchísima calidad. Mucha gente creía que no iba a jugar muchos partidos y él les está demostrando su talento. Será un grande", dijo Roberto Carlos sobre el actual lateral zurdo blanco.

Marcelo, tímido por naturaleza, escucha al maestro como un alumno aventajado, que lleva la humildad por bandera a la hora de responder a tanto piropo: "Si Roberto Carlos no se hubiera ido del Real Madrid yo nunca hubiera jugado aquí. Es el mejor lateral izquierdo del mundo. Sigue siendo mi ídolo. Le echo mucho de menos".

Comparando los dos potenciales en sus inicios como madridistas, Roberto fue tajante: "Yo llegué al Madrid con veinte y Marcelo con 18. Creo que él llega mejor preparado que yo porque él llegó muy experto a nivel de club y de selección. A mí no me ha sorprendido que ya sea titular. Me alegra que haya llegado otro brasileño y con mis mismas características. Muy ofensivo y que juega con alegría. Estará entre los mejores del mundo esta temporada".

Sólo pensar en un enfrentamiento Real Madrid-Fenerbache en Copa de Europa despierta miedos en ambos. Mientras Roberto afirma que "para nosotros es muy difícil porque en un ochenta por ciento de posibilidades perderemos, un diez empataremos y un diez ganaremos", Marcelo tampoco quiere ver a su ídolo ni en pintura: "Yo no me quiero enfrentar a Roberto. Ni lo pienso".

Su salida.

Hablar de la salida del Roberto del Madrid, a pesar del paso de los meses, sigue despertando en el brasileño cierto dolor: "No guardo rencor, pero sí me da tristeza porque hay gente que me falló. Ahora me tratan muy bien en mi club". Los colores salen a flor de piel cuando se compara a Madrid y a las estrellas del Barcelona: "También hay estrellas en el cielo. Es mejor equipo el Madrid. Las estrellas no ganan títulos. El Madrid es muy completo y es favorito en todas las competiciones" afirma Roberto, mientras que Marcelo no duda en decir que "el Madrid está muy unido". Y del Barça la conversación se centra en Ronaldinho y en el debate sobre si se debe ir o no. Para Roberto "Ronaldinho no se debe de ir porque es la referencia del Barcelona. La gente sigue yendo a ver a Ronaldinho". Marcelo no opina lo mismo: "Si no se siente cómodo que se marche".

Respecto a Robinho, los dos coinciden en que un año "Robinho será el mejor del mundo". De la comparación Capello-Schuster, Roberto prefiere al italiano y Marcelo al alemán. Por último, Rober le emplazó a ir a Cibeles en junio: "Quiero ir como aficionado Marcelo".

"No te vuelvas a Turquía y quédate aquí Roberto"

AS reunió ayer a Roberto Carlos y Marcelo a las 21:00 horas en el restaurante Vegamar de Alcobendas. El primero en llegar fue Marcelo, que esperó impaciente la llegada de su amigo. Hay tanta complicidad entre ambos jugadores que desde el primer momento las carcajadas y las bromas protagonizaron el encuentro. "No te vuelvas a Turquía y quédate aquí Roberto", le dijo Marcelo a la estrella del Fenerbahce, que hoy por la mañana regresa a Turquía tras disfrutar de tres días libres. José García, dueño del restaurante que estaba acompañado por su hijo, le entregó a Roberto Carlos una Cibeles de plata en señal del cariño y de nostalgia por su marcha.