Murcia quiere dar el relevo

Se acuerdan de aquel Superdepor de los Bebeto, Mauro, Rivaldo...? Pues bien, de aquel equipo-modelo, de aquella escuadra que irrumpió desde abajo y que alteró el orden futbolero patrio, que peleó y ganó Ligas y Copas, que fue la envidia de equipos 'de provincias', como el Murcia, ya queda poco. O para ser rigurosos, sigue Lendoiro (le terminarán sacando por la puerta de atrás sin acordarse de lo que ha hecho) y permanece la memoria: bien utilizada es buena, pero que puede ser una losa pesada si se recurre a ella por sistema para compararse con glorias pasadas. Éste es otro Depor, que apuesta por la juventud y el buen fútbol (dominó en Madrid y ganó en Sevilla), y por ahí intenta regenerarse y busca ilusionar a una grada que paladeó semifinal de Champions. Más o menos ésa es la radiografía. El Depor vive sumido en una crisis económica y sufre por su clasificación, pero intenta quitarse los miedos y librarse del abismo. Es una entidad madura, que le gustaría revivir tiempos pasados, pero, por ahora, busca nuevas motivaciones. O sea justo lo contrario a lo que hacen las quinceañeras insolentes, esas que se saben con todo por hacer y que de la nada, como le ocurre al equipo de Alcaraz, empiezan a llamar la atención.

Es un cruce de caminos: con granas hacia arriba y deportivistas que buscan estabilizarse. Por ello, porque el balón ha acortado las distancias entre Finisterre y el desértico Sureste, será un choque predictor. Noventa minutos para confirmar si el Depor sigue para abajo; para ver si el Murcia prosigue su paso firme y seguro.

Movimientos.

En los banquillos, tipos que se respetan y que, como sus equipos, también van a la inversa. Alcaraz rotará: atrás volverá Pignol y podría seguir Ochoa (Marañón debuta por Peña); en el medio entran Gallardo y Richi; y arriba Baiano e Iván intentarán hacer goles, la guinda que falta. En el Depor hay dudas en punta y en el interior: Bodipo quiere quitarle el puesto a Xisco y en banda Juan Rodríguez, Cristian y Lafita tienen opciones.

Baiano pasó del amor al odio con el Depor

Baiano pudo ser del Depor, pero tras varios encontronazos ahora es uno de los menos queridos. En 2005 Lendoiro lo tenía atado e incluso había una habitación de hotel reservada para él, pero no apareció y al día siguiente firmó por el Celta. Baiano dijo que no quiso ir al Depor y Lendoiro adujo que no lo fichó por su maltrecha rodilla. Ahora no se le perdonan. Baiano marcó en el último derbi gallego y lo celebró señalándose la rodilla.