En los foros de internet se propone lo siguiente: ¿por qué no caemos eliminados de la Liga de Campeones y nos centramos en la Liga? Es el título que todo el mundo quiere. La derrota ante el Besitkas podría parecer que entrara, pues, en los planes de algunos, pero no en los del club. Las lesiones de Daniel Agger, Xabi Alonso y Fernando Torres han parado la progresión del equipo.

Sin Xabi, el equipo pierde el control y hay mucho menos gol de lo que parece sin el delantero. La defensa no tiene recambios (Hyppia está lento, Finnan en baja forma). El gasto este verano (unos 50,5 millones de euros) se fue en parte hacia segundas opciones: Florent Malouda y Gabriel Heinze estaban casi fichados, pero el primero acabó en el Chelsea por no haberse cerrado a tiempo y el Manchester hizo todo lo posible para que el segundo no fuera a su mayor rival. Se contrató al joven Babel y se confió por la izquierda en el regreso de Fabio Aurelio y la fiabilidad de Arbeloa, ambos lesionados.

Hay dos puntos de vista sobre la marcha de Pako Ayestarán, el asistente de Benítez. Se dice que el equipo está flojo físicamente, pero ha marcado ocho tantos en los últimos ocho minutos de encuentros de esta temporada.

Eso sí: hay demasiados futbolistas en baja forma. Las rotaciones dividen a la plantilla. Las diferencias entre el capitán Steven Gerrard, sustituido sin ganas ante el Everton, y Benítez pueden definirse todavía como 'tensión creativa', pero ambos defienden lo que les enseñaron dos culturas claramente irreconciliables. Y a pesar de todo, el equipo tiene ocho puntos más en la liga que el año pasado. Lo de la crisis es, pues, según cómo se vea.