Camacho: "Los galácticos estaban por encima del club"

A José Antonio Camacho le traerán muy buenos recuerdos los dos equipos que se enfrentan hoy, ya que entrenó en ambos y jugó en el Madrid. Sin embargo, no tendrá las mismas sensaciones con el estadio en el que se disputará el encuentro. La razón es evidente: allí, en Montjuïc, dirigió y perdió (1-0) su último partido en el banquillo del Madrid. Ayer, como voz autorizada para analizar a Espanyol y Madrid, recordó aquellos hechos que precipitaron su renuncia al club de sus amores: "Estaba impuesta una cultura en la que los jugadores estaban por encima del Real Madrid. Le dije a Florentino Pérez que así no se podía trabajar".

Camacho explicó desde Lisboa, donde ahora entrena al Benfica, el motivo de su salida: "Florentino tenía una idea de equipo totalmente predeterminada, basada en una mezcla de los mejores futbolistas del mundo junto a jóvenes de la cantera. Pero es imposible colocar a los seis mejores jugadores del mundo en el mismo equipo, porque todos quieren pintar obras primas y no hay quien barra la casa".

Aquel día de su despedida, el 18 de septiembre de 2004, su equipo repleto de galácticos perdió ante los pericos debido a un gol de Maxi, dejando una imagen lamentable sobre el terreno de juego y desde el banquillo con Raúl y Beckham con los brazos caídos.

Además, Camacho también se refirió al interés del Benfica por Soldado, una noticia que ya adelantó AS la semana pasada: "Hay un problema. Soldado es un buen jugador pero muy caro para lo que nosotros podemos pagar. Es muy difícil competir con los equipos que van a intentar contratarlo en el mercado de invierno".

Dirigió a pericos y madridistas

Tras iniciar su carrera en los banquillos en el Rayo, Camacho se hizo cargo del Espanyol en 1994. En Barcelona estuvo dos campañas: en la primera quedó sexto y en la segunda fue cuarto. Después, y tras una mala experiencia en el Sevilla (fue destituido) se hizo cargo de nuevo del Espanyol en 1997: quedó décimo. En 1998 Lorenzo Sanz le fichó para el Madrid, pero dejó su cargo tres semanas después por desavenencias con Onieva sin empezar la Liga. En 2004 regresó con Florentino y volvió a marcharse en la tercera jornada.