Drogba tiene varias novias. Conoce el interés del Madrid pero ahora, según cuenta su agente, el ex futbolista Etienne Mendy, el Milán le ha llamado de nuevo para conocer su situación. No es la primera vez que el club italiano se pone en contacto con el delantero, que estuvo a punto de abandonar el Chelsea en dos ocasiones en los últimos doce meses, ambas en dirección a Milán. Al final Mourinho le convenció para que se quedara. Se fue el portugués, lloró Drogba su marcha (Malouda tuvo que abrazarle para calmar el ataque de nervios que le dio cuando José fue al vestuario para despedirse) y desde entonces el delantero habla de "confusión", de "shock" por la marcha de su protector, de un "club sin dirección clara".

Según fuentes cercanas al futbolista, Drogba elegirá su nuevo destino entre dos opciones: el Real Madrid y el Milán. Pero los dos se encontrarán con un club, el Chelsea, que no tiene intención de desprenderse de su futbolista. Ahí reside la principal diferencia con el caso de Lampard: mientras que la relación con el centrocampista parece rota e irreparable, al delantero se le quiere retener porque, pese a tener 30 años, ha conseguido finalmente adaptarse a la liga inglesa y es, como demostró contra el Valencia, un jugador que marca diferencias.

Inadaptado. El de Costa de Marfil, que habla un inglés rudimentario y le ha costado acomodarse a la velocidad de la vida de Londres, entiende por un lado que la carrera del futbolista es corta (por lo que hay que aprovechar su buen estado de forma) y que trasladarse a Milán o Madrid haría que mejorara su estilo de vida.

Drogba cobra unos seis millones de euros y firmó recientemente un contrato de cinco temporadas con el Chelsea, así que cualquier negociación pasa por convencer al club de Londres con una cifra espectacular que superaría lo que el Madrid pagó por Robben. ¿Misión imposible?