Primera | Athletic
Yeste quiere estar listo para jugar en Valladolid
Ha consultado sus dolencias con dos médicos y es muy optimista
Fran Yeste dejó el lunes el entrenamiento de Lezama entre lágrimas. Sintió un pinchazo en el pubis (que dicen los que han padecido esta lesión que es como una cuchillada) y se fue de inmediato al vestuario. Operado por tercera vez de osteopatía de pubis el pasado 24 de julio, el centrocampista se temía lo peor. El dolor era tan parecido al sufrido anteriormente que no descartaba una recaída. Pero no. La recuperación de Yeste está cercana. El zurdo confía en volver en menos de dos semanas y su próximo objetivo es reaparecer ante el Valladolid (20 o 21 de octubre). Para ello se ejercitará diariamente en Lezama. Y en ocasiones en doble sesión, como hizo ayer.
Yeste, que el pasado viernes consultó sus dolencias en Barcelona con el doctor Cugat (el mismo que le operó hace dos meses), se desplazó el martes a Vitoria para disponer de una segunda opinión. En este caso fue a la consulta de Mikel Sánchez, el médico que le trató durante la pasada temporada y que retrasó al máximo su paso por el quirófano. "En condiciones normales debería estar ya al nivel de sus compañeros, pero estas molestias van a retrasarle un poco. La verdad es que va a ir un pelín más lento", confirmó el doctor Cugat en los micrófonos de Radio Euskadi.
Yeste sabe bien a qué se enfrenta, no en vano es su tercer postoperatorio de una intervención de pubis. Sin embargo, las sensaciones que siente ahora son diferentes a las vividas las dos veces anteriores. Ulrike Muschaweck, la especialista alemana que le operó dos veces entre 2002 y 2006, utilizaba una técnica de fruncido del anillo inguinal. Cugat, en cambio, enfoca su actuación en la zona abdominal.
Cambio de ritmo.
Después de dejar el entrenamiento del lunes se encendieron todas las alarmas, pero la argumentación de los médicos no es pesimista. Es más, según el parte médico que ofreció ayer el club rojiblanco Yeste estará en condiciones de incorporarse a la dinámica habitual del grupo a partir de la próxima semana.
Eso sí, hasta el lunes seguirá un plan específico de preparación y se someterá a distintas sesiones de fisioterapia que combinará con antiinflamatorios. Lo que se persigue es que desde el lunes pueda intensificar el ritmo de trabajo para estar en condiciones de jugar tras el parón.
Los dolores después de una operación como a la que se sometió en julio son habituales durante el tiempo de recuperación. También lo son las adherencias propias de la intervención. Cuando éstas se rompen las molestias provocan un dolor agudo.