Primera | Athletic 0 - Atlético de Madrid 2
Delanteros mágicos
Al principio todas estaban contentas por igual: las aficionadas del Atleti y la primorosa conductora de autobús del Athletic Pero tras el partido, la más feliz sería la madre del Kun: "Este es mi hijo" Y vaya hijo, señora.
La Catedral del Kun. No hay nada como encontrar magia cuando no la esperas. Entrar al cine a ver una supuesta comedia ñoña y que resulte Beautiful Girls. Encender de niño una tele en blanco y negro y ver a un tal Magic pasando sin mirar. Salir a tomar una birra con esa chica que sólo es tu amiga y llegar a casa sin poder sacártela de la cabeza. Son cosas que te cambian la vida, la hacen mejor. San Mamés tuvo la suerte de vivir la temporada pasada la epifanía de Agüero y lo agradece, sabe que vivió un momento único. Por eso le recibió con el respeto reverencial que sólo se tiene al enemigo al que se admira y se teme. Y la lió.
Agüero 2.0. Él siempre tuvo confianza en sí mismo, la cuestión era que Aguirre también se la diera de forma incondicional, Volvió del verano más fino, más calmado, y al técnico se le acabaron las dudas. Este es el Atleti del Kun. Y el propio futbolista lo ha entendido. Ayer se le vio presionar a rivales hasta el centro del campo, no escatimó un esfuerzo, su compromiso es máximo. Y esto son meros adornos para lo realmente importante: es un genio. Sólo una cosa del gol: véanlo más veces.
Aprendizaje. La primera parte del Atleti fue estupenda. Se merendó al Athletic tocando, luciendo sus enormes virtudes ofensivas y escondiendo así sus problemas defensivos. Es el camino. Aguirre ha descubierto que ya no tiene un Seat Ibiza y que su nuevo Ferrari se conduce de manera diferente. De esta forma ganan todos, él el primero.
Estilo Caparrós.Magnífico entrenador, siempre ha tenido la poco estética tendencia de enturbiar los partidos. Ayer volvió a hacerlo. Sus jugadores todo lo protestan; Ocio clama al cielo tras marcar un gol dos metros en fuera de juego y tras ver una amarilla que pudo ser roja; la grada se enciende; el rival se contagia, y el Athletic, que estaba muerto, vuelve al partido. No es bonito, no es loable, pero funciona. Y me parece que, a falta de fútbol, esta temporada nadie va a dar más alegrías a San Mamés que Caparrós.
Forlán antinervios. Cuando el Athletic más apretaba y la lluvia encogía al Atleti, apareció el Forlán que todos conocemos, el que ve goles donde los demás ven un balón cualquiera. Antes de pegarle (¡y cómo!) ya había visualizado toda la escena: Iraizoz un paso adelantado y una escuadra descubierta. Luego la puso allí como si fuera un trámite. Cuando la pelota entró, el gol llevaba varios segundos marcado.
Los tocados. Este Atleti que crece por días se llevó dos disgustos de Bilbao. Primero, las lesiones. Los problemas musculares de Leo Franco y Perea no tienen buena pinta. El portero completó su mejor partido, pero Abbiati es una garantía. Más preocupa lo del colombiano, el hombre que todo lo tapa. Pero el pánico surge ante la evidente cojera de Agüero al final del partido. Aficionados al fútbol de todo el mundo (menos de Osasuna, próximo rival) pongan una vela al tobillo del Kun.
La camiseta. ¿Cómo una megaempresa de ropa deportiva puede diseñar una prenda tan fea? Si en vez de KIA en el pecha pusiera Ferretería Moratalaz, juraría que jugué con una igual en alguna liga del barrio cuando era enano. Horrible.
El futuro.Conociendo al Atleti, conviene guardar los fuegos artificiales porque, si no, lo mismo Aguirre firma un contrato vitalicio una semana después de flirtear con el despido. Así somos. Pero la realidad es que, parapetado por el inmenso talento de Agüero y Forlán, su vida será más fácil. Con esa delantera, a cualquier sitio. Venga, vale, enciendan una traca. Pero sólo una, eh.