Primera | Atlético de Madrid - Racing
Aguirre recurre a Reyes
Será titular ante el Racing en un Atleti en el alambre
Lo más peligroso de quejarte es que te escuchen y te den lo que pides. No hay excusa: o das todo lo que prometiste desde la comodidad del condicional ("si yo...) o quedas en evidencia. Esa es la situación a la que se enfrenta Reyes esta tarde. Pidió ser titular y Aguirre, con el agua al cuello, le concederá su deseo ante el Racing, un lobo con piel de cordero.
Futbolista de talento descomunal y lagunas como océanos, con Reyes todo funciona a doble o nada. Y en situaciones desesperadas como la que afronta (lo reconozca o no) Aguirre, entregarse a los genios, por ingobernables que estos sean, siempre es la decisión más sabia: la mediocridad jamás genera leyendas. Eso sí, cabría discutir si el sacrificado no debería ser Maxi, en fase gris, y no Simao. Veremos.
Vidas opuestas.
Mientras el Atleti anda sumido en sus cuitas habituales, el Racing vive plácidamente de la mano de Marcelino, un mago discreto. Se fue Zigic y los fichajes llegaron tarde, con cuentagotas y sin contrastar. Da igual. No ha perdido y Barça y Zaragoza se dieron con un canto en los dientes tras empatar con los cántabros. Todo ello jugando muy bien gracias a un mediocampo de veteranos curtidos en batallas mayores como Colsa, Duscher y Jorge López.
Y arriba Munitis, ése hombre. Llevamos viéndole trece años y sus dos temporadas grises en el Madrid y su aspecto, más de funcionario que de estrella, nublan a menudo nuestro juicio sobre él. Pero pregunten en Santader o en A Coruña. A menudo las ramas no nos dejan ver el bosque. Mucho más si es pequeñín, claro. Pero ojo al lío que le puede formar hoy a la inefable defensa atlética. Alta comedia a la vista.
Todo esto con la grada del Calderón en pie de guerra. El Atleti está obligado a ganar y a hacerlo bien. Sin recular si de adelanta, sin sufrir en cada balón colgado, sin abandonar a Forlán a su suerte y rezar porque Agüero solucione la papeleta con otro de sus trucos. En definitiva, sin ser el Atleti que está siendo y apareciendo, al fin, el que se espera que sea. Un follón de identidades, vamos.
Como sus pilares (Leo, Maxi y Forlán) titubean, el futuro de Aguirre descansa en pies del Kun, Reyes y el azar que ambos conllevan. Mientras, en el Racing dos rocas: Marcelino y Munitis. Mundos opuestos.
Muy poca expectación en las taquillas del Calderón
En contra de lo que suele ser habitual en las vísperas de partido, las taquillas del Calderón se veían ayer desiertas. La venta de entradas estaba siendo muy pobre y no se esperaba que esta dinámica cambiase hoy, pese a que las taquillas permanecerán abiertas hasta el comienzo del partido. El Atlético tiene 47.000 abonados, por lo que sólo pone a la venta unas 8.000 localidades y, si acuden la mayoría de los socios, el estadio siempre presenta buen aspecto. Pero ante el Erciyesspor ya sólo asistieron 25.000 espectadores y los encuentros que se juegan en la tarde-noche del domingo suelen ahuyentar a los abonados de fuera de Madrid. Esto, unido al malestar de la afición con el equipo, hace prever una floja entrada.