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Primera | Real Madrid-Almería

Zidane lesionó a Crusat el día en que debutaba

Le rompió la clavícula en un Madrid-Espanyol (2-9-02)

Crusat
carlos barba

Albert Crusat no guarda buen recuerdo del Santiago Bernabéu. Tiene sus motivos. Allí, el mismo día que debutaba en Primera División, le toco probar la cara menos amable del fútbol. Debía ser el día más feliz de su vida. Estrenarse en la máxima categoría en un campo como Chamartín es un sueño para cualquier joven que se abre paso en el fútbol. Y lo fue unos minutos.. Pero todo se torció. Se jugaba un Real Madrid-Espanyol, el 2 de septiembre de 2002, una fecha que jamás olvidará el veloz extremo. Zidane le lesionó de forma fortuita. No sólo le apartó del encuentro, los efectos colaterales fueron peores. Su progresión sufrió un revés durísimo ya que por aquel entonces el técnico perico era Juande Ramos, que confiaba mucho en él. Sin embargo, el manchego fue destituido y Clemente no contaba con él.

La historia es rocambolesca. A Crusat se le salió una de sus botas en un saque de esquina, con tan mala fortuna que Figo le pisó y Zidane le cayó encima. El catalán sufrió una rotura de clavícula. Tres minutos fue lo que duró su estreno en Primera. Crusat tenía este desagradable incidente escondido en un rincón de su memoria. Ahora, en su regreso a la máxima categoría como uno de los puntales del Almería de Emery, ha revivido la historia. Algo que le incomoda. Y es que Crusat no quiere rescatarlo del olvido. Cada vez que alguien saca ese tema a relucir, tuerce el gesto. Es algo instintivo. Le fastidia que se le recuerde por algo tan negativo. "Yo creo que eso es algo pasado y que no hay que remover más", asegura. Porque la lesión de su brazo derecho no fue lo único que le afectó.

En su día, le molestó muchísimo la actitud de Zizou. Esperaba algún detalle del galo. Sobre todo por las circunstancias que rodeaban a Crusat, que era un debutante. Se equivocó: "Ni siquiera vino a pedirme perdón o a preguntarme cómo estaba".

Pero dicen que no hay mal que por bien no venga. Crusat se fue al Rayo, le salió mal y acabó fichando por el Lleida, donde destacó como uno de los jugadores más desequilibrantes de Segunda. Siempre dice que allí maduró como futbolista. Por eso lo fichó el Almería. Y mañana le toca volver al lugar del crimen...