Camino de pulverizar sus registros históricos

Sin hacer más ruido del necesario, el Sevilla Atlético ha firmado un espectacular regreso a Segunda División. Dos victorias (ante dos clásicos como Deportivo Alavés y Castellón) y un empate (frente al no menos histórico Tenerife) en tres jornadas que sirven a los de Manolo Jiménez para estar colocados en el mejor puesto de toda su historia: sextos, a dos puntos del líder Málaga.

El filial nervionense no es precisamente experto en militar en la Categoría de Plata del fútbol español. De hecho, hasta el año pasado estaba igualado en número de temporadas en Segunda con los equipos filiales de Mallorca y Zaragoza, quienes asomaron la cabeza por la antesala de la Liga de los Ases en sólo una ocasión.

Muy lejos de los números de los filiales de Real Madrid (31 temporadas), Valencia (21), Barcelona (17) y Athletic de Bilbao (13), el Sevilla Atlético está viviendo, sin duda, la mejor época de sus 49 años de existencia, con el mérito añadido de ser la punta del iceberg de una de las mejores canteras del país. Una fábrica de talento que ha tenido equipos de ensueño, con futbolistas históricos de la talla de Manolo Cardo, Ruiz Sosa, Gallego, Francisco, Ramón o el actual técnico Manolo Jiménez, y estrellas del actual panorama futbolístico como Sergio Ramos, Reyes o Jesús Navas.

Con un bloque que prácticamente juega de memoria, los rojiblancos se están convirtiendo en la auténtica sensación de este inicio liguero y van camino de batir los registros cosechados en la campaña 1962-63. Aquel equipo, encuadrado en el grupo sur y liderado por gente como Gallego, Eloy I, Maraver o Herrera II, no pudo evitar que el periplo nervionense en Segunda durara sólo una temporada, al finalizar el campeonato en 15ª posición.

Ahora, 45 años después, auténticas promesas como Alejandro Alfaro, José Manuel Casado, José Ángel Crespo o el argentino Federico Fazio, lideran a un Sevilla Atlético que continúa nutriendo de jóvenes talentos a la primera plantilla a pesar de que ésta se encuentra viviendo una auténtica época dorada y abasteciendo, después de muchísimos años, al museo sevillista de títulos.

Sin abandonar el ya clásico lema que tanto le gusta a Jiménez de 'partido a partido', el filial sevillista dará guerra este año. Y la mejor muestra de ello la tenemos en la afición, que acude en masa a los partidos convencida de que su segundo equipo puede darle más de una alegría en esta ilusionante temporada.