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Primera | Sevilla

Sevilla unió sus colores para rendir homenaje a todo un mito

Lágrimas y ovaciones sirvieron para despedir al futbolista

Aficinados sevillistas y béticos rinden homenaje a Puerta

Sevilla jamás estuvo tan unida. Desde primera hora de la mañana por las calles de la capital andaluza sólo se hablaba del estado de salud de Antonio Puerta. "Han comentado por la radio que está mucho peor. No puede ser, si decían que se estaba recuperando", decía un niño a su padre a la salida de la tienda oficial del Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán.

Pero poco a poco toda la atención se iba trasladando al Hospital Virgen del Rocío. El rumor de que su situación era muy crítica corría como la pólvora por la ciudad. Nadie quería decirlo, pero en la mente de todos estaba el trágico final que al final se produjo. Por decenas iban llegando a la puerta principal del hospital y ofrecían un aplauso a cada familiar o amigo de Puerta que llegaba con la ilusión de encontrarlo con vida. "Mientras haya un hilo de vida tenemos que seguir con fe", decía más con el corazón que con la cabeza el ex presidente del Sevilla Rafael Carrión.

Y en esas llegó el momento más trágico. A las 16:00 horas, Jesús Rodríguez de Moya confirmaba la noticia: Antonio Puerta ha muerto. Ya sobraban las palabras. Las lágrimas se apoderaron de los allí presentes. Una niña de no más de 12 años, que portaba la camiseta con el 16 de Puerta, sufrió un desmayo. Y era consolada ni más ni menos que por la abuela del Betis. "Aquí no somos ni béticos ni sevillistas. Estamos unidos por encima del fútbol", comentó esta veterana aficionada. Mientras, Alves y Kepa se unían en un emocionado abrazo junto a su gran amigo.

Así, entre camisetas sevillistas y béticas, se llenaron los alrededores del hospital y del estadio. Allí todos coreaban a Puerta como si fuese a marcar el gol de su vida. "Tu nos cambiaste la vida", se podía leer en las pancartas. Puerta ha muerto, pero ya es un mito en la historia de Sevilla.