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Primera | Rafael Van der Vaart

Su madre es de Chiclana y su mujer una 'top model'

Debutó con el Ajax en Primera con tan sólo 17 años

<b>ORGULLOSOS. </b>Los abuelos maternos de Rafael posan con una de las numerosas portadas de su nieto.

Rafael Van der Vaart no tendrá problemas de adaptación en España como les sucede a los numerosos extranjeros que llegan a la Liga. El mediapunta del Hamburgo tiene sangre andaluza. De Ciclana de la Frontera. De esta preciosa localidad gaditana son sus abuelos maternos y su madre, Lolita, y allí es donde él veranea desde pequeño.

Por las circunstancias, Rafael nació en la localidad holandesa de Heemskerk hace 24 años, donde se exilió su madre en busca de un futuro más halagüeño. Su hermano pequeño también vio la luz allí y, cómo no, fue bautizado con un nombre español: Fernando.

Sin embargo, las primeras patadas a un balón de Rafa las dio en la explanada situada entre dos calles empinadas cerca de la Plaza Mayor de Chiclana, donde se ubica la casa de sus familiares. Así lo reconoció su abuelo a AS: "El primer verano que vino tenía 14 meses. Para que nos reconociera le regalamos una pelota. Se puso a darle patadas nada más verla".

La trayectoria de esta perla pronto comenzó a ser brillante. Con diez años ofreció su primer recital en unas pruebas con el Ajax en el Día del Talento. Los técnicos escogieron a dos chavales y uno él. Con 17 logró debutar con los de Amsterdam, siendo el quinto jugador más joven en conseguirlo (se quedó a 36 días de Seedorf). Pero su progresión se vio truncada por las lesiones en su rodilla. La más grave se la produjo el 10 de febrero de 2002. Una rotura de menisco que le obligó a visitar el quirófano y a pasar largos periodos de recuperación. Pero no desesperó y aprovechó para empaparse de los partidos de su ídolo, Pete Sampras.

Se recuperó y volvió a brillar hasta el punto de que fue considerado el mejor talento durante cuatro años. En 2003 logró el premio al mejor joven de Europa y, por su exquisita zurda, su regate y su gran visión de juego, le compararon con Van Hanegem, aquel interior del Feyenoord que vivió a la sombra de Cruyff y Neeskens.

Rafael debutó con Holanda ante Andorra y, en ese momento, se truncaron todas las esperanzas de los cazatalentos españoles de reclutarle para la Roja. En julio de 2004 se casó con la top model y actriz Sylvie Meiss. Pero el seguimiento de la prensa rosa (les llaman los Beckham holandeses) no le ha impedido ser el de siempre: un jugón con aire andaluz.