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Primera | Samir Nasri

Es de origen magrebí como su ídolo Zidane

Debutó con 17 años como él y heredó hasta su agente

<b>DE PROFE A ALUMNO.</b> Zidane entregó a Nasri el trofeo al jugador revelación el pasado 20 de mayo.

En Francia apodan a Samir Nasri como el ‘nuevo Zidane’ y razones no faltan para ello. Al joven centrocampista del Marsella no sólo le unen idénticas características futbolísticas con el ya retirado astro francés (tales como la elegancia en el golpeo y en la carrera, su dominio del balón y su exquisito desplazamiento), sino que va más allá de ese ejemplar estilo de juego.

El paralelismo entre alumno y profesor comienza en el origen de sus vidas, se estrecha analizando sus trayectorias deportivas y evaluando los primeros reconocimientos y consecución de metas. El futuro es lo único que aún queda por comparar entre ambos por el tremendo porvenir que aún le resta a Nasri, pero las similitudes son irremediables: Zidane ya jugó en el Madrid y él está muy cerca de poder hacerlo.

Los dos futbolistas nacieron en un barrio del norte de Marsella y son originarios de una familia magrebí. Además, Nasri debutó con la misma edad en el fútbol profesional que su ídolo: a los 17 años. La internacionalidad es otra semejanza, pues ambos la consiguieron con la misma edad: 19 años.

Además, Nasri ha recibido recientemente el galardón al jugador revelación de la Liga gala con idéntica precocidad que el añorado madridista: en la temporada de su debut. Cómo no, Zizou fue el encargado de entregarle dicho galardón a su sucesor en la mítica sala francesa L’ Olympia. Fue el pasado 20 de mayo y la imagen (fotografía que acompaña a este texto) recordó a una toma de posesión. Al traspaso de una herencia.

Para Samir, Zidane no sólo es su referente, sino su consejero. El pasado marzo decidió cambiar de representante para confi ar su futuro a uno nuevo. El elegido fue Alain Migliascio, antiguo agente de Zidane. Quizás la única diferencia entre los dos sea que Zizou no jugó en el Marsella como Nasri, pero sí que tuvo vínculos afectivos con este equipo. Allí se empapó del fútbol de su ídolo, Enzo Francescoli, y eso lo es todo.