Argentina, como ya sucedió ante Estados Unidos o Paraguay, se encontró con un rival que esperó a que pasaran los minutos sin que se abriera su puerta, pero los recursos de los de Alfio Basile son muchos y, salvo accidente, al final siempre encuentra la recompensa del gol y una vez conseguido, controla totalmente la situación.
Como sucedió en la anterior edición de la Copa América, Perú, en aquella ocasión anfitrión, se queda frenado en los cuartos de final y por el mismo rival, Argentina, que ahora se medirá a México, que también se ha mostrado con uno de los destacados del torneo.
Nada de humilde de mostró en las previas el director técnico peruano, Julio César Uribe, cuando insistió en que su equipo había trabajado bien y que si eso se desarrollaba sobre el campo harían un gran partido. La idea de Uribe quedó clara desde el principio, con tres centrales con la misión de amargar a Lionel Messi y Diego Milito y dos laterales para tapar las incursiones por las bandas de los de Alfio Basile.
Los peruanos le dieron el balón a los argentinos, con la confianza de recuperarlo al contragolpe y dar opción a la rapidez de Claudio Pizarro y Paolo Guerrero, pero no contaron con el hecho de que Messi, si tiene la pelota, puede él sólo él puede desbaratar un esquema táctico rival.
Las incursiones del joven delantero barcelonista estuvieron cerca de convertirse en goles antes de que se cumplieran veinte minutos de juego, en lo que fue el gran recurso de la albiceleste para superar el entramado defensivo del rival.
Esos goles no llegaron y hasta Messi se aburrió ante lo incómodo de un juego peruano, que, conforme se acercó el partido a su descanso, renunció aún más al ataque con sus delanteros en una isla rodeados de futbolistas argentinos, por lo que el portero Roberto Abbondanzieri ni rompió a sudar.
Visto el poco éxito de la primera mitad, Basile buscó la variante de la entrada Carlos Tévez por el más estático Diego Milito, aunque no dio tiempo a comprobar si esa fórmula iba a dar más resultado, porque fue antes de que se cumpliera el segundo minuto de la reanudación cuando a Juan Román Riquelme le llegó un balón al borde del área y lo puso con mucha precisión dentro de la meta peruana.
El gol del futbolista del Villarreal español, tercero en su cuenta de esta Copa América, cambió poco el panorama, porque Argentina mantuvo su dominio y Perú no arriesgó casi nada para buscar el nuevo empate.
Tévez, incluso, pudo poner el 2-0 cuatro minutos después, pero su remate de cabeza acabó con el balón repelido por el travesaño, aunque eso fue el preludió del tanto de Messi, su primero en este torneo y que llegó después de una buena combinación de su equipo y una buena definición suya.
En poco menos de un cuarto de hora los argentinos rompieron el partido y ya después lo redondearon ante la impotencia peruana, que desde muy pronto se vieron perdedores. El volante Javier Mascherano, que logró su segundo tanto en esta competición pese a que marcar no es su fuerte, y Riquelme, que puso el cuarto del partido y también el cuarto suyo en el torneo, redondearon el marcador.
