NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Copa América 2007 | Un milagro en el fútbol

Un patizambo triunfa en la selección chilena

Riffo juega pese a una malformación congénita

Ladislao J. Moñino
Un patizambo triunfa en la selección chilena

Ha terminado el entrenamiento de Chile en el club ítalo-Venezolano y Miguel Riffo (Chile, 1981) no puede disimular su dolor y su leve cojera. De todas formas está en uno de sus mejores días porque ha tocado balón. Se ha entrenado junto al resto de los componentes de la selección chilena. Los demás días, lo hace en solitario, en el gimnasio o en un campo anexo. La misma rutina que sigue en Colo-Colo: "Sólo me entreno con mis compañeros el día del partidillo en el que el entrenador decide la alineación. El resto de la semana estoy en el gimnasio".

Riffo nació con una enfermedad denominada pie bot, una malformación que consiste en que uno de los pies apunta hacia adentro. En su caso es el pie derecho, lo que en España le valdría la calificación de patizambo. "Cuando nací estuve un año escayolado hasta la cintura. Luego me operaron, pero la deformación me generó una atrofia muscular en el gemelo derecho. También mi pierna derecha es más corta que la izquierda".

Los diagnósticos de los médicos del Colo-Colo fueron rotundos: "Me dijeron que nunca llegaría a ser futbolista profesional, que lo dejara". Sin embargo, Riffo no se rindió. Había soñado con emular a Lisardo Garrido, uno de los mejores centrales que ha dado la historia del fútbol chileno después del mítico Figueroa, y siguió escalando en las categorías inferiores de Colo-Colo hasta que el brasileño Nelsinho le dio la oportunidad en el primer equipo.

La mayor exigencia física del fútbol profesional también le pasó factura y tuvo que ser operado dos veces de menisco por la descompensación muscular que sufría y castigaba sus articulaciones. Tampoco fueron freno para el voluntarioso Riffo. "Los médicos me dicen que es un milagro que pueda jugar al fútbol en la elite". Recuperado de una de las operaciones le llegó otro palo: "El seleccionador Pinto me dejó fuera del Mundial Sub-20 de 2001 porque decía que nunca podría tener una carrera como internacional". La decisión fue muy criticada en su país porque Riffo era el mejor defensa chileno de su generación y Chile fue un coladero en ese Mundial.

Riffo se define como un central de clase: "Me gusta salir con la pelota jugada desde atrás. Admiro a Maldini y a Nesta por esa elegancia con la que hacen todo". El fútbol de Riffo fue muy valorado por Claudio Borghi nada más aterrizar en el banquillo del Colo-Colo: "Es uno de los jugadores de más talento que tengo. Podría jugar hasta de diez".

Es habitual ver a Riffo jugar con su pierna derecha tapada por una férula y una rodillera. "Es para que la rodilla tenga más estabilidad", dice sonriendo. Tampoco pierde la ilusión de jugar en Europa, visto que ha llegado hasta donde quería sin que nadie diera un duro por él: "Nunca se sabe, me gustaría jugar en España". Hoy será titular ante Brasil y tratará de que Robinho no luzca: "Es desequilibrante, pero yo soy defensa y también juego".