Primera | Real Madrid
Capello se apoyó en Emerson y Diarra y el gol de Van Nistelrooy
Higuaín y Gago, refuerzos de enero
Capello ha basado el éxito del Madrid en los mismos pilares que le pueden hacer salir del club: doble pivote destructivo, presión, orden táctico e individualidades. Un estilo resultadista pero alejado del estilo que exige el Bernabéu. El italiano ha sido un especialista en la rectificación. Desde el inicio apostó por Cannavaro a pesar de su bajo rendimiento. Luego se obsesionó por alinear a la pareja Diarra-Emerson, que en demasiadas ocasiones tuvo que deshacer para que Guti o Gago pusieran cordura al juego. Precisamente, la llegada del argentino y de su compatriota Higuaín dio aire fresco al romo juego del equipo.
Sin embargo, una Liga no se gana sin aciertos. Y Capello tuvo varios: su marcha atrás en el castigo a Beckham, la reubicación de Raúl más cerca del área, la apuesta por Torres y la confianza en Van Nistelrooy. Por encima de todo logró la unión del vestuario, que ha sido el motor de una remontada histórica, independientemente de los gustos sobre las formas. Además, y como se vio ante el Mallorca, mostró buenos recursos para llevarse la Liga sin el hombre gol gracias a revulsivos como Reyes.