El Atleti cruza los dedos

Osasuna cierra otra temporada feliz, salvado sin problemas en la Liga y semifinalista europeo, un paso más en su reciente historia de éxitos. El Atleti, ay, el Atleti. Lo cierto es que puede meterse en la UEFA sin necesidad de carambolas muy extrañas. Le basta con vencer y que el Villarreal no gane en Sevilla o el Zaragoza pierda en Huelva. Es factible. Pero lo ha hecho tan mal todo que hasta cumplir con el objetivo tendrá regusto a fracaso. Eso sí, si acaba en Intertoto, crisis habemus. Y gorda.

Osasuna no se juega nada y Ziganda dará minutos a varios suplentes, Pamplona se despedirá de Milosevic (un señor delantero) y queda el morbo de saber si Raúl García tendrá minutos para despedirse de su Reyno ante su próximo equipo. Todo un tanto festivo, pero...

Pero el Atlético no gana en Pamplona hace trece años y en las últimas temporadas se ha creado una rivalidad enorme entre ambos equipos. Además, después de que su propio público le increpara por ganar a la Real Sociedad, Osasuna está sumido en una cruzada por ganarlo todo y situar su dignidad varios metros por encima del suelo. Pregúntenle al Betis, que pensó que le visitaban unos amiguetes de pachanga y se llevó cinco. Ojito.

Juega el Kun.

Al borde del abismo y con su trabajo en el aire (incluso si logra la UEFA), Aguirre saldrá al ataque. Sólo faltaba... Así que el proscrito Agüero vuelve al once como escudero de Torres. Al Kun le vendría de cine cerrar la Liga con nota, para acallar rumores y afrontar el curso que viene sin la espada de Damocles pendiendo sobre él desde el inicio.

Aunque el argentino más peligroso debe ser Maxi, que está camino de hacer en diez partidos mejores números que casi todos su compañeros en cuarenta. Con La Fiera a su espalda, Torres también crece e intentará hacerse con su tercer Pichichi nacional en cinco años. Palabras mayores.

Tan mayores que por él empieza a descoserse el futuro si el Atleti no entra en la UEFA. ¿Qué pinta el Niño otro año fuera de Europa? Nada. ¿Y Maxi? Lo mismo. Y sin ellos, ¿qué queda? Un solar. ¿Qué futbolistas ficharían en esas condiciones? Medianías. ¿Cuánto aguante le resta a la afición? Poco. ¿En qué situación quedan los dueños? Deslegitimados. Lo dicho, crisis seria. Dedos cruzados.