Pocos, por no decir ningún culé, creen que esta tarde puedan repetirse los milagros del pasado de Tenerife y Riazor. Esta temporada, los aficionados del Barcelona han quedado escarmentados por la manera en la que sus futbolistas han "tirado la Liga". Eso es lo que creen los hinchas. Pero las autoridades hace semanas que se han puesto las pilas. No puede quedar ni un cabo suelto. Por ese motivo, si el Mallorca consiguiera algo positivo y el Barça lograra alzarse con el triunfo en Tarragona, la mayoría de aficionados culés saldrían a la calle a celebrar un título más que ansiado.

De ahí que los responsables de la Guardia Urbana, en coordinación con los Mossos d'Esquadra (policía autonómica catalana) han montado un dispositivo para tratar de calmar la euforia que seguramente se desataría por el centro de la ciudad. Después de ir sumando fracaso con fracaso, los seguidores del equipo azulgrana quieren repetir las escenas del pasado más reciente, sin ir más lejos las de la pasada temporada, en la que los futbolistas de Frank Rijkaard alzaron la Liga y la Champions League (segunda Copa de Europa de la historia del club).

Ferran Julián, concejal de Movilidad y Seguridad de la Ciudad Condal, aseguró que, "siendo optimista", el ayuntamiento tiene previsto un dispositivo que recoge la participación de los equipos de la Guardia Urbana y los Mossos.

Julián adelantó que se instalarán unos filtros de acceso al entorno de la Font de Canaletas, desde la plaza Castella, Tallers, Pelai y Portaferrissa, entre otros, para que, en el caso de que se superen las 5.000 personas, se pueda desviar a los aficionados hacia el entorno de Plaça de Catalunya.