¿Qué tal fue el día después?

Tranquilo, aunque estuve más cansado que justo después del encuentro.

¿La tensión?

Un poco de todo.

¿Qué le dijeron por la calle?

Muchas cosas, pero casi todas buenas. Los culés, casi nada, pero los pericos me felicitaron sin parar.

Pues con lo tímido que es usted, lo deberá haber pasado mal.

Los hinchas se lo merecen todo.

¡Hasta dos goles en el Camp Nou!

Me gustaría haber visto la reacción de la gente españolista. Fue muy bonito conseguirlo, pero lo mejor de todo es que el equipo salió beneficiado.

Y logró superar a Rafa Marañón como máximo goleador de la historia del Espanyol.

Me alegró, pero espero poder lograr muchos más.

Lo que ha logrado usted tiene mucho mérito.

¿Por?

Siempre que ha hecho falta, usted ha aparecido.

Para eso estoy aquí, para ayudar al equipo y poder llevar al Espanyol a lo más alto.

Y eso que dicen o dijeron que usted era el cáncer del Espanyol.

Se dicen tantas cosas...

¿Le molestó eso?

Para nada. No leo la prensa ni hago caso a las cosas negativas que dicen los aficionados. Ha llegado un punto en el que no me afecta nada de todo esto. Sé perfectamente a qué me dedico y que esto es parte de este circo.

Hablemos del partido del pasado sábado. ¿Vio al Barcelona algo agarrotado al principio?

Eso dice mucha gente, pero nosotros también hicimos por incomodar.

A los pocos minutos, usted rozó ya el primer gol.

Se fue un poco cruzada.

¿Llegó a pensar que no tendría otra igual?

Me sentía cómodo y veía al equipo muy metido.

Y con Iván de la Peña más suelto que nunca.

El Pelado estaba muy motivado; tenía ganas de hacer un buen partido.

Y le dio el 0-1.

¡Magnífica asistencia!

Que rompe a Lilian Thuram.

Lo que importa es que el balón entró por la escuadra.

Y lo celebró como siempre, besando el escudo.

Es una manera de mostrar el cariño, el amor y la pasión que le tengo al Espanyol, el equipo que me vio crecer y que me ha hecho hombre y persona.

Sigamos con el partido. Rozando el descanso, Leo Messi marca con la mano.

Viendo las imágenes es evidente que remata de manera ilegal, pero pienso que si el árbitro no lo anuló es porque no lo vio.

Esa reflexión es muy sincera.

Por mucho que nos quejemos, no se puede hacer nada.

Pero usted se quedó en la entrada al túnel de vestuarios aplaudiendo.

Cuando estás a 200 pulsaciones eres capaz de hacer cosas que al cabo de unos minutos te parecen impensables. Me quedé ahí, pero no pasó nada más.

Comienza la segunda parte, ¿y?

Ellos apretaban por voltear el tanteo.

Y lo lograron, ¿pensó entonces que todo estaba perdido?

Eso nunca. Seguimos de la misma manera y con las ganas de poder sacar un resultado positivo para nosotros.

Hasta que volvieron a ponerle la pelota en condiciones para marcar de nuevo.

Rufete lo hizo de maravilla; vio que si la ponía por dentro, la pelota me caía en la derecha para perfilar y poder superar a Víctor Valdés.

¿Qué pensó cuando vio que la pelota entraba?

Me fui a celebrarlo con los míos.

Pero de una manera muy calmada.

¿Qué quiere decir?

Que no se volvió loco.

Usted sabe cómo soy y que reacciono con tranquilidad. Quería abrazarme con los chicos y degustar ese momento tan especial.

¿Le dijeron algo desde la banda?

Lo de siempre, pero noté que pasaba algo extraño. Me impresionó ver el Camp Nou lleno y en silencio.

Tomás Guasch dice que el Camp Nou está mudo

Ja, ja, ja. ¡Guashadas!

Es que usted puso la guinda para que el Barça tenga que esperar un milagro para poder alzar el trofeo de la Liga.

En ese momento no sabía que el Madrid había empatado a dos en Zaragoza y las consecuencias que traía el gol que habíamos logrado.

¿Sirve todo esto de bálsamo para lo sucedido en Glasgow ante el Sevilla en la final perdida de la Copa de la UEFA?

No. Aquello era para alzar un campeonato europeo y esto, para sumar un punto, tras el empate en la Liga. Entiendo que a los aficionados del Espanyol les supiera a gloria, pero no sirve de bálsamo.

Pues muchos pericos así lo creen.

Me alegro entonces, pero no es el primer empate que logramos en pocos años. Hace dos temporadas empatamos a cero.

¿Y qué pasó en el vestuario tras el partido?

Mucha alegría, claro.

¿Esperan algo de Madrid?

No.

Ya es un ídolo para los seguidores del Real.

Cosas del momento. Como dije antes, hice lo que tocaba, como Kameni parando o como todo el equipo haciendo lo que nos habíamos propuesto. Sacar un empate en el Camp Nou no es sencillo, ni para nosotros ni para nadie.

Pues se llevó la portada de AS

Pero si Ruud van Nistelrooy no hace el segundo...

Es decir, que ustedes no le han quitado a Liga a nadie.

¿Nosotros? Bastante tuvimos que pelear con lo nuestro.

¿Ya tiene planificadas las vacaciones?

Sí.

¿Mar o montaña?

Un poco de todo, pero a descansar. Lo necesitamos tras un año tan duro.