Segunda | Castilla 2 - Málaga 1
Un gol para la esperanza
De la Red marca en el añadido y complica al Málaga
Moría el partido y con su finalización se desvanecían las ilusiones de salvación del Castilla, al mismo tiempo que el Málaga respiraba aliviado por fugarse del descenso. Pero una vez más, la grandeza del fútbol volvió a dar la vuelta al panorama en el último suspiro, cuando los más pesimistas suelen buscar una justificación a su desconfianza. De la Red, espeso aunque combativo hasta ese momento, empujó a la red la última oportunidad del filial blanco. Le pegó más con el alma que con el empeine, pero lo importante fue la definición: gol.
Nunca una diana tuvo tanta valía. Con ella, los de Michel disminuyen sus angustias, meten al Málaga en el pozo y afrontan el camino hacia la salvación con más fuerza moral que sus rivales directos. La trayectoria de ellos es descendente; la madridista no.
El duelo comenzó con la tensión de una final y con ese plus de concentración que, de haber hecho acto de presencia antes, tendría ahora al Castilla de paseo. Las tácticas de ambos técnicos fueron contrapuestas en el tiempo. Muñiz apostó por alinear a tres delanteros de salida y su libertinaje tuvo premio. Toque, posesión, llegadas y gol. Sin embargo, tras conseguirlo, movió ficha. Arropó a su defensa, la retrasó y prescindió del talento, por lo que el resultado le castigó.
Por su parte, Michel basó su esquema en la presión, el desgaste físico y la acumulación de hombres en la medular, dejando de nuevo a Negredo la ardua labor de pegarse contra el mundo. Pero, tras el 0-1, modificó su plan, leyó acertadamente el partido con lupa metiendo dos jugadores de banda, prescindiendo de un central y acumulando delanteros. Su atrevimiento tuvo premio: la remontada.
Reacción.
Ésta no podría haberse conseguido sin el despliegue de Adrián y sin la pelea de Negredo, pero la defensa andaluza también ayudó. En concreto Armando, al que la fiesta que hoy se celebra le podría tener reservado un merecido presente, porque una madre es lo que fue. La manera en la que le Negredo le burló en el empate lo dice todo.
Así se neutralizó el atropellado y afortunado tanto de Couñago, colocando las tablas en un marcador que, por las oportunidades creadas, pudo ser más abultado. Anoten: Adrián estrelló una vaselina en la madera, Jonatan le imitó, Couñago desperdició un mano a mano y Valero erró una doble ocasión.
El partido contó en su inicio con la presencia del pasado y el futuro de la cantera madridista: Raúl y Torres. Ambos se marcharon al descanso porque Capello los reclutó. Camino del Mirasierra Suites, su pesimismo era justificado por lo visto, pero sabían que el fútbol es único: te hace pasar de la tristeza a la euforia en segundos. Justo en lo que se tarda desde Valdebebas a un hotel.