Yo digo | Juanma Velasco
Blandos atrás y nulos delante
Entiendo que Mané se desesperase tras el gol de Van Nistelrooy. El técnico sacó a pasear sus brazos con un claro gesto de "anda ya". No era para menos. El 0-1 ya había dado muestras de la endeblez de una zaga que no supo hacer lo que cualquiera haría en un partido frente al Real Madrid: tapar a Sergio Ramos en una falta lateral lanzada por Beckham. Si el inglés quiere va a su cabeza. Que es lo que pasó. El problema es que no hubo ningún rojiblanco a su alrededor. Ni Murillo ni Amorebieta, que debían estar todavía echando números de cuántos puntos hacen falta para la salvación. El segundo nació de la velocidad de Cicinho, al que Javi González, puesto ahí para frenar sus avanzadas, no pudo ni pedirle la camiseta. Lamentable. Mejor no seguir.
Para ir a la guerra hace falta algo más que una corneta y un cuchillo de mantequilla, que es lo que expuso el Athletic durante el tiempo que el choque estuvo igualado. A partir de ahí, como sentenció en su día Toshack, corrieron como pollos sin cabeza. ¿Y delante? Iraola, Javi Martínez y Etxeberria tuvieron su minuto de gloria pero empequeñecieron frente a Iker. Cuando Mané metió a Yeste y Urzaiz todo lo malo ya estaba hecho.