Dice Alex Ferguson que alguien tendría que evitar que Jose Mourinho calentara de manera artificial todos los grandes enfrentamientos "una vez y otra vez y otra vez". Un psicólogo afirma que meterse con el contrario o con el árbitro le sirve para descargar la tensión. Desde esta tribuna se apunta una nueva teoría: Mourinho, como el resto del Chelsea, están tan cansados que andan con el automático puesto. Si se acerca un partido grande, se busca la controversia, sin reparar en quién es el contrario o sin hilar fino.

Ahora el conflicto está siendo coprotagonizado por un compatriota suyo, Cristiano Ronaldo. Mourinho dijo hace unos días que el Manchester tenía una "ley propia", o sea, que no les castigaban con penaltis clamorosos. A lo cual el centrocampista respondió a una televisión portuguesa que el preparador del Chelsea "no sabe admitir sus propios fracasos". Y Jose contestó de inmediato: "Si Ronaldo dice que es mentira que no se pitan penaltis merecidos contra el Manchester, es que está mintiendo. Debe entender que no puede luchar contra los hechos. Si es un mentiroso, nunca llegará al nivel que desea".

Ferguson ha ido más allá: "Mourinho se metió con el Barcelona en el pasado, con un árbitro sueco, uno alemán y la otra noche dijo que los jugadores del Liverpool iban a intentar que Drogba acabara sancionado para no poder jugar la vuelta de la Champions. Y con todo, nadie le dice nada. Eso es lo que más me sorprende".

Los penaltis son la causa de la bronca

El pasado fin de semana Mourinho insistió en que los árbitros estaban a favor del United y en contra del Chelsea. Habló de jugadas conflictivas que podrían haber acabado en penalti a favor del Sheffield y el Boro en Old Trafford, además de un penalti que Mourinho creyó merecer contra el Newcastle.