Goleada al descenso

El Málaga bendijo ayer a sus fieles con una goleada. Sí, suena raro de atípico que es, pero ya se lo merecía la afición. No sabemos si El Cautivo hizo caso a la carta de Vicente Valcarce, siempre quedará la duda, lo que sí es indiscutible es que el conjunto blanquiazul gozó por primera vez del placer de jugar al fútbol. Ya se lo merecían también Muñiz y sus hombres. Por fin el trabajo va ligado al triunfo. A ver si sigue la racha porque el Málaga inició su trilogía de rivales directos. El primero de ellos, el Lorca, demostró ayer porque es candidato firme a Segunda B. Quedan Ponferradina y Elche. Esperemos que no hayan gastado toda la pólvora los blanquiazules. Es una bocanada de aire, pero otro despiste te devuelve al fango.

Cuatro goles como cuatro soles. Eso es lo que vieron todos los malaguistas presentes en el estadio, que cada día presenta una mejor cara. De Primera. No tardó en caer el primer tanto. Conscientes de que el partido era mortal de necesidad, los jugadores salieron enchufados. Presión, orden, tensión, llegadas y, sobre todo, ganas. Antonio Hidalgo, soberbio, cabeceó un servicio de Gámez. Al borde del descanso Javi Calleja, futbolista con todas las letras, envió un libre directo a las mallas de Jauregui y se acabó la guerra. Pudo ser alguna más, porque el madrileño estuvo de dulce. Tanto que un córner suyo cayó en los pies de Gámez en el área. El fuengiroleño, que estuvo en todo ayer, hasta se permitió marcar el tercero. Y llegó el golazo de la tarde. El extramotivado Hidalgo empalmó una volea en el área que chocó como un misil con las redes de Jauregui. Pudieron caer algunos más, pero tampoco se debe ser avaricioso. El 4-0 es la mayor goleada de la temporada. ¡Si hasta la afición hizo la ola!

Por su parte, el rival se vio desbordado en casi todo momento. Sólo en el último tramo del primer tiempo trenzó algo de juego el Lorca. Fueron los minutos en los que Moro movió al equipo. El resto, nada de nada. Javi Rodríguez fue una auténtica isla y la defensa, un flan. Así no se conquista una permanencia y Basadre debe saberlo. Si no es capaz de jugar a un rival directo como el Málaga con más maldad, será complicado que consiga salvar la nave. Tardó media hora en hacer un acercamiento serio. Después hubo que esperar al arranque de la segunda mitad para ver ocasiones del Lorca. Goitia y su zaga salvaron una triple ocasión. Después, la nada. El Málaga controló el juego y se topó con los palos, los mejores defensas de Jauregui ayer.

Así que el Málaga dormirá esta noche lejos de los puestos de descenso. Y esa, por circunstancias del guión, es casi la mejor noticia que podía llegar a Martiricos a estas alturas de la Liga. Luego, ya se mirarán resultados. Y El Toralín ya espera...