Yo digo | Alfredo Matilla
La bisoñez es el peaje del Castilla
Muchas han sido las causas por las que al Castilla le ha sobrado el tramo final de los partidos en tantas ocasiones. Pero la madre de todas ellas es la bisoñez. El equipo de Michel ha tenido que pagar este peaje para poder pavonearse como el único filial que hay en Segunda. Pero le puede salir caro. Esta inexperiencia no radica sólo en el hecho de encajar goles en las postrimerías de los partidos, sino en su incapacidad para cambiar de estilo cuando las exigencias del guión lo obligan. Me explico: si la victoria es una quimera una vez consumido el partido, al menos no te desprendas del empate.
El Castilla ha entendido pocas veces esta máxima por su ímpetu ofensivo, pero aún está a tiempo de rectificar ya que en estas jornadas restantes la experiencia no será un grado; valdrá la salvación. Su objetivo. Es difícil hacer madurar a un equipo cuya insultante media de edad roza los 20 años, pero sí se puede inyectar hormonas a estos canteranos en forma de lecciones. La mejor sería la que ya maneja Michel para un futuro inmediato: contar con varias leyendas del Madrid para que trabajen con los chavales por líneas. Sus sabios consejos suplirán esas carencias.