Guti
"Me pierde mi carácter pero no puedo cambiarlo"
El '14' analizó su expulsión en Vigo, la sexta que sufre en Liga, y señaló que la próxima jornada será clave para capturar al Barcelona: "¡Y nos daban por muertos!".
En Vigo volvió a ser expulsado. ¿Fue justa la roja?
Para nada. Fue excesiva. La primera amarilla es muy rigurosa. Yo regateo a Lequi y entro en contacto con él. Aunque es cierto que exagero la caída, él se levanta y reconoce que me ha tocado. A mi juicio, lo suficiente para que sea penalti.
¿Y la segunda? ¿Que pasó?
Ésa sí que no es justa. Lo que pasa es que ya no se puede hablar con los árbitros ni lo más mínimo. Intenté explicarle a Pérez Burrull que se había equivocado y le dije que Lequi lo había reconocido, pero me expulsó sin mediar palabra.
¿Se arrepiente de haber ido a hablar con el colegiado?
Es que por dialogar no te pueden expulsar. El ejemplo de todos los árbitros debería ser Iturralde González. Da gusto que te arbitre porque se mete de lleno en el partido. Comprende a los jugadores y dialoga con ellos. Unas veces se equivoca él, otras los jugadores y no pasa nada.
Pero estas expulsiones no son nuevas para usted...
Es cierto que mi carácter tan fuerte me ha perdido algunas veces, pero es una forma de ser como otra cualquiera y ya no la puedo cambiar. Repito, en esta ocasión no hice nada.
Además tuvo una discusión con Robinho. ¿Por qué?
Eso es un lance normal en un partido. Le intenté motivar y hacerle ver que teníamos que estar todos más concentrados, pero no hay ningún problema.
¡Con la que le ha caído al Madrid y está vivo en la Liga!
Es así. Nos daban por muertos pero aún podemos ganarla. Esta jornada puede ser clave para recortar puntos al Barça, aunque Osasuna es un rival muy complicado para nosotros y será difícil ganarle. El sábado seremos del Zaragoza.
¿Está dando el equipo motivos para soñar con ganarla?
Sí. Es cierto que a veces no jugamos como nos gusta, pero la realidad es que cinco puntos de diferencia son salvables.
¿Qué le parece la ilusión que tiene la afición creando iniciativas como la de la Cofradía del Clavo Ardiendo?
Siempre es importante sentir el aliento de la gente. Creo que la afición ha sido la única que ha dado la talla en estos años en los que no hemos conseguido títulos. Por eso, la Liga hay que ganarla única y exclusivamente por ellos.
Entonces, ¿las críticas al equipo han sido justas?
Algunas sí. Las que están argumentadas. Pero también le digo que se ha faltado al respeto en otras ocasiones.
Muchos de esos palos se los ha llevado Capello. ¿Ha cambiado mucho del técnico que fue hace 10 años?
Sigue teniendo las mismas ideas y estilo de juego, pero sí que es cierto que se ha actualizado. Todos cambiamos.
¿Usted también?
Mucho. En la primera etapa de Capello aquí yo era un niño recién salido de la cantera que debía aprender mucho. Ahora ya estoy formado del todo.
En una entrevista a AS hace diez años aseguró que Capello era el mejor entrenador de Europa. ¿Lo mantiene?
Claro. Es inútil dudar de él porque su currículum es brillante. Respeto todas las decisiones, pero se equivocan con él.
¿Pensaba que iba a ser titular cuando llegó Fabio?
Pensé que lo iba a tener complicado porque la experiencia anterior con él no fue demasiado buena. Yo me he beneficiado con la llegada de Diarra y Emerson. Ahora tengo otras labores en el campo y me siento importante. Capello es, junto a Del Bosque, el entrenador que mejor me ha entendido.
Tuvo un encontronazo con Capello en Valdebebas...
Qué va. No pasó nada. Debatimos, que no es lo mismo que discutir. A usted también le pasará con sus jefes, ¿no?
Entonces, ¿ya está perdonada su suplencia en Múnich?
Sólo se perdona cuando pasa algo gordo. Aquel día me sorprendió que me quedara en el banquillo, pero la decisión de Capello sólo tenía el objetivo de hacer lo mejor para el equipo. Por eso la respeté.
Pero fue un verdadero palo para usted. ¿Cómo lo vivió?
Con muchos nervios porque estar en el banquillo sin poder ayudar al equipo y dando sólo tu apoyo con gritos es muy duro. Ha sido el peor momento de este año. El gol encajado a los diez segundos fue un mazazo, aunque esa eliminatoria comenzó a torcerse con el gol de Van Bommel en el Bernabéu.
¿Algunas decisiones de Capello como las idas y venidas de Cassano y Beckham han perjudicado al equipo?
Estas pequeñas cosas merman. Este año ha habido muchos líos y, claro, así es difícil que las cosas salgan bien.
¿Se equivocó con Ronaldo?
Eso son cosas suyas. Lo que es cierto es que se le ha podido sacar mucho más rendimiento. Sin duda es uno de los delanteros con los que mejor me he entendido. Algunos han dicho que está acabado, pero es único. Lo demostrará.
¿Cristiano Ronaldo o Kaká son tan buenos como para hacer olvidar a Ronie?
Es difícil sustituirle, pero sólo ellos están a su altura. Ahora, Cristiano y Kaká son dos de los mejores del mundo.
Volvamos a usted. ¿Se siente por fin indiscutible?
Importante sí, pero indiscutible no. Me ha costado mucho más que al resto ser valorado, pero esto siempre me motivó para trabajar duro. No es fácil hacerse un hueco cuando estás tapado por jugadores como Ronie, Zidane o el mejor Figo.
¿Por qué se dio una imagen en Barcelona y han dado otra durante el resto del año?
Cuando disputas un partido tan importante y lo haces bien tiene mucha trascendencia, pero siempre salimos con la intención de jugar así. El Barça nos viene bien porque te deja más espacios. Esta temporada nos está costando llevar el peso del partido. Hay que aprovechar más el apoyo de nuestra afición. La Liga pasará por ser fuertes en el Bernabéu.
¿Se siente querido por la afición del Bernabéu?
Sí. A veces me han pitado porque los jugadores con mis características siempre estamos en el ojo del huracán cuando las cosas van mal y no nos sale el último pase.
¿Qué ha cambiado con la llegada de Calderón y Mijatovic?
Ha habido una vuelta a lo que era el Madrid. Están trabajando duro por mejorar las cosas, aunque les queda mucho camino que recorrer. Un equipo no se hace en una temporada y una candidatura tampoco.
¿Aceptó las disculpas de Calderón tras su acalorado discurso en la Universidad?
Esas cosas duelen pero no se trata de perdonar u olvidar. Ya le dije lo que pensaba a la cara, que es como se hacen las cosas. Está arreglado.
Hubo muchos problemas para firmar su renovación. ¿Se vio fuera del Madrid?
Sí, pero Calderón y Mijatovic lo tenían claro. He podido ganar más dinero fuera pero procedo de la cantera y, por eso, ésta siempre será mi casa.
¿Y qué le parece que chavales como Mata acepten suculentas ofertas de fuera?
Si fuera directivo haría todo lo posible para que mis mejores hombres no se fueran. Lo difícil es saber dónde está ese límite. Aún así hay que entender a los chavales porque quieren progresar. Juanfran, Jurado, Arbeloa y Soldado pudieron jugar aquí perfectamente.
Si pudiera, ¿qué cambiaría de su trayectoria deportiva?
Mi cabeza. Mi fútbol podría haber sido otro si hubiera sabido todo lo que sé ahora. Aún así, no me arrepiento de nada.
¿Qué le ha faltado para ser reconocido como uno de los grandes futbolistas?
Tener más gol. Mi padre no para de decirme después de los partidos que tengo que tirar más. Es instintivo: siempre pienso en dar el último pase.
¿Y cómo piensa que le recordarán los aficionados?
Como un jugador de club que lo dio todo por el Madrid.
¿Le duele mirar atrás y no haber jugado las tres finales de Champions ganadas?
Es una espinita que tengo clavada pero me siento partícipe de esos títulos porque jugué mucho. Me queda el consuelo de que puedo ganar más cosas y ser titular en más finales.
¿Es cierto que no vio a España en sus últimos partidos?
Algunos se enfadaron. Quiero que España gane siempre pero sé que con este hombre (Aragonés) no iré nunca más a la Selección. No pasa nada. Además, está difícil porque en mi puesto están Iniesta, Xavi...