"La clave estará en la ida"

No será una tarea sencilla. Cierto es que el partido ante el Oporto (1-1) no fue el mejor de la temporada, pero nos puede servir de referente. Tendremos nuestras opciones y debemos aprovecharlas si queremos pasar la eliminatoria ante el Benfica". Esa fue la primera reflexión de Ernesto Valverde la madrugada del pasado lunes en la capital portuguesa, después de asistir al gran clásico del fútbol vecino. Estuvo acompañado en todo momento por su mano derecha, Jon Aspiazu, y por el delegado, José María Calzón, que acabó de ligar todos los cabos sueltos ante la visita de la próxima semana. El equipo se hospedará en un hotel diferente que el de la prensa y los aficionados, por lo que el responsable de que todo salga bien acabó de ultimarlo.

Valverde mostraba un rostro cansado. Después de regresar de Valencia, el técnico tuvo madrugón para llegar a Lisboa. El objetivo era analizar en vivo el juego del rival del jueves. "Simao es la referencia del ataque, pero eso no quita mérito alguno a Miccoli y a Nuno Gomes, que siempre están atentos a todo lo que pasa", explicó el entrenador, que deberá aleccionar bien a sus defensas si es que quiere llegar al partido de vuelta (la próxima semana) con las opciones intactas.

La primera mitad del partido ante el Oporto fue realemente mala. El Benfica no se enteró del partido y acusó la lentitud a la hora de crear juego. Por eso, cuando salió el veterano Rui Costa las cosas cambiaron. Y esa será una de las cosas que Valverde debe anotar en su agenda: que el juego del ex internacional portugués es sencillo, pero práctico, y que su presencia en el terreno de juego sirve para aplacar los nervios de sus compañeros. "Tiene mucha clase. Es un futbolista excepcional al que debes tener presionado", resumió el entrenador españolista.

Centrales y apoyo.

Uno de los puntos flojos del equipo lisboeta recae en el eje de la zaga. Con la baja de Luisao (mirar información de la página 16), la responsabilidad recae en David Luiz y Anderson, futbolistas que no son de la confianza de los seguidores del equipo. Por cierto, según Valverde y Aspiazu, el apoyo que recibe el Benfica desde las gradas es importante, aunque menos de lo que pinta a priori. "La gente tira mucho y anima", comentó Valverde, pero cierto es que en Da Luz se escuchó mucho más a los hinchas llegados desde Oporto, situados en uno de los goles del nuevo estadio. "La clave puede estar en la ida. Nuestros aficionados son leales y están muy ilusionados en esta competición, así que seguro que acuden y que nos ayudarán en todo lo que puedan para ganar al Benfica", predijo Valverde, que enfiló escalera abajo y se marchó, cansado a su habitación.

Llega la semana de pasión. Aquella en la que el Espanyol debe remar con fuerza para llegar a Glasgow. Valverde ya conoce al Benfica y no le asusta. Lo respeta, claro está. Pero sabe que con la fuerza de todos, el pase será complicado, pero posible.