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Francisco Rufete

"En Valencia disfruté de lo bueno y aprendí de lo malo"

Regresa a Valencia el alicantino, plaza en la que triunfó. Sánchez Flores se lo 'fumó' sin darle explicación alguna. Él pasa del técnico y piensa en ganar con su Espanyol.

Rufete

¿Esta es una semana especial?

¿Por?

Hombre, vuelve a Valencia.

Buena tierra, buena gente y buen ambiente.

¿Entonces?

Siempre que regresas a lo que consideras tu casa lo haces con alegría.

¿Así se siente?

Claro. Piense que al Valencia llegué después de una etapa de formación realizada en La Masia del Barça, de fogueo en Toledo y de crecimiento en Málaga. En Mestalla disfruté de una etapa única en mi vida y posiblemente en la del club. Logramos un doblete histórico del que todos disfrutamos, después de muchos meses de sacrificio y sufrimiento.

Allí se sintió importante...

No menos que en otros sitios. Todo tiene su momento. Si en Toledo luchábamos por campos de Segunda, en Valencia lo hicimos por conseguir títulos. Pero siempre desde una visión real de las cosas y tratando de tenerlo todo muy claro: cada estación tenía sus posibilidades y logré los objetivos marcados.

Pero siendo jugador del Valencia consiguió la madurez necesaria.

Los futbolistas que salimos muy jóvenes de casa tenemos que ponernos las pilas para sobreponernos a las carencias afectivas que arrastramos a kilómetros de los padres, la familia, los amigos. Y eso es muy duro. Usted me puede ver aquí sentando, conversando de manera muy tranquila, pero eso no quiere decir que no haya pasado por etapas de estrés.

Habla muy bien del Valencia, pero la verdad es que no salió muy bien de allí.

Eso no es cierto. Allí guardo grandes amigos, que lo serán para toda la vida. De eso no tengo duda.

Al grano, ¿qué dice de Quique Sánchez Flores?

La verdad es que con el entrenador nunca hubo sintonía alguna.

¿Y eso?

Pregúntele a él.

Alguna cosa deberá decir.

Son cosas que pasan y que uno debe acatar.

Pero conociéndolo a usted, alguna cosa intentaría.

Traté de hablar una vez con él.

¿Y?

Nada. Charlamos por petición mía, pero no me dio explicación alguna. Traté entonces de sacar conclusiones.

¿Y a cuál llegó?

Pues que en Valencia disfruté de lo bueno y aprendí de lo malo. Con el paso de los años te das cuenta de que el tiempo acaba poniendo a todo el mundo en su lugar. Y no me gustaría que eso sonara en tono amenazante, ni mucho menos. Elegí un camino del que cada día que pasa estoy más feliz, mientras que al Valencia lo llevo dentro, pero pienso que los clubes y las instituciones están por encima de las personas.

¿Qué rival espera?

Peligroso, como siempre, pero conociéndolos, igual andan un poco despistados.

¿El Chelsea?

¡Bingo!

¿Lo tiene claro?

Conozco bien esa casa y pienso que es el momento de aprovecharlo.

Pero ustedes también pueden despistarse con la Copa UEFA.

Cierto, pero nosotros nos agarramos al tópico de ir partido a partido. El Benfica será un equipo complicado, pero estamos mentalizados en primero ir a Mestalla. Ellos piensan más en la Champions que nosotros en la Copa UEFA.

La temporada pasada, el Valencia quiso a Luis García. ¿Piensa que eso podría perjudicarle para el sábado?

Para nada. Lo que hace aún mejor a Luis es el nivel de competitividad que tiene. En cierta manera, me recuerda a mí mismo. Tiene una forma especial de entender el fútbol y es un valor en alza del Espanyol.

Otro del que se habla es de Iván de la Peña, que hasta el momento no acaba de ligar su futuro en Montjuïc.

No soy yo el que tenga que hablar de ello, pero sí que es lógico que por edad pueda gustar a cualquier equipo. Pero me da que está feliz aquí.

Siempre defendió una política de continuidad del equipo.

Tenemos que madurar como equipo. Desde hace unos meses tenemos la sensación y la certeza de que pasamos por un salto cualitativo. El equipo tiene más autoestima. Ahora llevamos una muy buena racha de partidos sin perder en el campeonato de Liga (seis encuentros). Y mucha gente decía que los empates no eran muy buenos. Pero si a éstos le sumas unas victorias, la combinación es perfecta. Ganar en el Vicente Calderón (1-2) nos dio mucha fuerza y nos acabó de demostrar que podemos ganar en cualquier campo.

Y triunfar en Mestalla, ¿qué significaría?

Lograr el objetivo de la permanencia.

No, quedaría un punto para llegar a los 42.

Ya me entiende. Es lo que le decía antes. Cuando en el vestuario dejamos de hablar del día a día para hacerlo de otras cosas, nos la pegamos. Tendríamos muchas jornadas por delante para comenzar a soñar con otras historias.

¿Qué le dice su experiencia sobre los parones en la Liga?

Son buenos para desconectar. Pero eso no nos despistará, se lo aseguro. Me gustaría dejar claro que el vestuario está muy mentalizado para rendir al máximo: nos enfrentamos a los tres meses más importantes de la historia reciente del Espanyol. Nos jugamos muchas cosas y somos conscientes de ello.

¿Si les eliminan de Europa se habrá acabado la temporada?

Ni mucho menos. Olvidar el pasado tampoco es bueno, y decir eso sería no darle valor al equipo. Como le decía antes, pasamos por un momento decisivo y rozamos las cosas importantes. ¿Se acuerda la gente de lo que se sufrió la pasada temporada? ¿Tiene claro que el equipo estuvo casi en Segunda?

Sí.

Entonces me entiende de maravilla y comprenderá que haber logrado el primer objetivo tres meses antes de que concluya la Liga y estar en cuartos de final de la Copa UEFA es consecuencia de un trabajo bien hecho, ¿no?

Más claro el agua. ¿Usted piensa que hay victimismo en el entorno?

No es eso. El problema es que la gente dice que el equipo no acaba de ser del todo regular, pero estamos ahí, a dos puntos de los equipos que rozan la zona UEFA.

El Atlético está a cinco puntos.

Todo es posible, se lo digo.

Entonces usted es de los que piensa que una final de Copa Barça-Sevilla sería excelente.

Daría una plaza europea más, y eso es positivo.

¿Le han llamado ya de Valencia?

Hablé el otro día con Carlos Marchena. Tengo ganas de verle.

¿Cómo se les gana?

Estando muy juntitos y tapando las opciones de contraataque. A ellos les encanta dormir el partido y salir como balas.

Y si no, que se lo digan al Barça.

¡Qué mala leche tiene usted!

Hombre, en cinco minutos se los cepillaron.

¿Seguimos?

¿A quién se encontrará por la izquierda de su defensa?

Asier del Horno o Emiliano Moretti. Nunca jugué contra el vasco.

¿Y contra el italiano?

Tampoco, es cierto.

¿Se le hará larga la semana?

Es como otra, se lo aseguro.