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Segunda | R. M. Castilla 4 - Poli Ejido 1

Mata aún es madridista

Su volea en el segundo gol del Castilla fue clave para superar al Poli

<b>PIEZA CLAVE. </b>Mata marcó tres meses después y en el momento en el que más falta le hacía al Castilla.
juan navarro

Llevaba más de tres meses sin marcar por el castigo de tener que pasear el cartel de traspasado hasta final de temporada. Pero una vez resuelto su futuro (se irá al Valencia), Mata ha vuelto. La celebración del segundo y clave gol del Castilla ayer fue conmovedora. Su ejecución modélica: volea con su guante izquierdo tras acomodar previamente su cuerpo en paralelo al césped, convirtiendo en obra de arte un balón llovido que, a menudo, suele morir en el parking.

Su tanto rompió las tablas cuando menos lo merecía el filial que, sin embargo, hizo muchos más méritos que el Poli para lograr la victoria. Los de Tapia se adelantaron en el marcador con una sutil vaselina de su mejor hombre, Pedro Vega, que aprovechó un despeje al centro de Codina en una salida suicida pero providencial. Adrián igualó de inmediato con maestría tras un sensacional servicio de Mata. Ambos formaron una pareja ideal: se buscaron cuando pudieron y se repartieron con inteligencia las labores.

Antes de esta devolución de golpes, el partido discurrió de área a área y sin pasar por la zona de creación, precisamente donde más calidad atesoran ambos equipos. En esos instantes, Toedtli reclamó un penalti aprovechando su posición de off side. Quejas aireadas para justificar su torpeza. Su técnico, que llegó a pedir incluso la roja para su defensor, tragó. El árbitro y el respetable, no.

La reanudación propició el dominio del Poli, pues leyó mejor el partido con Sunny en los mandos. El Castilla vagaba en busca de líderes, que en estos momentos de apuros se resumen a los que marcan las diferencias. Los goleadores.

Por eso, Mata y Negredo asumieron el protagonismo, coincidiendo con la justa y tardía expulsión de López Ramos. Ya en superioridad, el extremo rompió el partido y el delantero a sus defensores. Tras la soberbia volea del 2-1 y el rival izando la bandera blanca, Negredo comenzó a gustarse. Primero hizo un traje a Tena para aumentar la cuenta y puso la guinda tras un certero punterazo con su pierna menos buena.

El resultado evita que el Poli luche por algo más que la permanencia, objetivo que ya ve más cerca el Castilla. Pero quizás para un filial, lo prioritario no es el resultado sino las conclusiones: Javi García dio una lección como central y Mata, que nunca habló a pesar de estaba en boca de todos, cuando se pronuncia sólo lo hace en su idioma preferido: el del gol.