Ronaldinho va a estar entre algodones hasta última hora

Ronaldinho Gaúcho está en el punto de mira de todo el barcelonismo. No por lo que muchos aficionados saben y callan de su vida privada, sino porque ayer volvió a quedarse en el gimnasio (por enésima vez en lo que va de temporada). Esta vez, el futbolista alegó unos problemas en los isquiotibiales de la pierna izquierda, que le hacen ser duda para el clásico de mañana.

Los servicios médicos del club decidieron mantener informados a los medios. Así, a primera hora de la tarde emitieron un comunicado en el que se alertaba de la posibilidad de que el brasileño se quedara sin poder actuar; horas más tarde, los médicos culés calmaron a su parroquia informando de que el futbolista no padece rotura alguna (lo confirmó una resonancia magnética) y que durante la jornada de hoy recibirá un tratamiento fisioterapéutico, combinado con su salida al campo de entrenamiento, lo que acabará de disipar todas las dudas.

Como decíamos, Ronaldinho no salió al campo de entrenamiento de La Masía. Se quedó en el gimnasio solo y repitió la escena del pasado miércoles, cuando después de regresar de Liverpool (vía Manchester), el grupo hizo una sesión de la que el futbolista se ausentó.

La banda.

Parece que a Ronaldinho le gusta cada vez menos ir a la banda. Muestra de ello son los dos últimos enfrentamientos del equipo (Sevilla y Liverpool), en los que actuó de falso ariete. Ante los hispalenses fue incapaz de encarar ni una sola vez a su compatriota Daniel Alves, mientras que en Anfield, el brasileño sólo pudo irse un par de veces de Jamie Carragher y Danny Agger, demostrando que no es el que era y que sigue desaparecido en combate.

Ronaldinho tiene todos los números para poder ser alineado mañana en el Camp Nou. Se cumplió lo habitual y se perdió la sesión de ayer junto con sus compañeros. Pese a todo, el chico continúa siendo la gran esperanza del barcelonismo. Por todo el mundo es conocido que no anda bien, pero desean que despierte ante el Real Madrid. Será la mejor manera de hacer callar todas las bocas.