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Primera | Zaragoza-Real Sociedad

Aspirina contra la Copa

Vuelve Aimar frente a una Real que va camino del desahucio

Actualizado a
<b>GANAR O GANAR. </b>Diogo y Sergio García, en el entrenamiento del viernes: el Zaragoza se impone el triunfo como obligación esta tarde.
alfonso reyes

El Zaragoza pretende tomarse a la Real Sociedad como el que se toma una aspirina: por vía oral, acto rutinario contra el dolor de cabeza de la Copa, un vasito de agua y a seguir con lo de cada domingo. Y más vale, porque Zaragoza es así, exigente y puñetera. Algo tremendista cuando se trata de su competición más querida y de los rivales desahuciados. Si al equipo de Víctor (sexto, recordemos) se le ocurriese tropezar frente al penúltimo clasificado, arderían algunas piras de impaciencia. Fuegos fatuos pero dañinos, perversos: "Una derrota no sería buena para la dinámica del grupo", dijo Celades. Valiente eufemismo. Pero sirve para explicar el caso.

Y sin embargo, una victoria convertiría a este Zaragoza en el mejor Zaragoza desde el Zaragoza de 1995, que era el otro Zaragoza de Víctor. El de Nayim. El de la Recopa. Ese mismo. Se mire por donde se mire, el partido de hoy tiene que ser victoria. Cualquier motivo vale: la necesidad de la recuperación anímica, el ritmo camino de Europa, la superioridad de un equipo sobre otro, la clasificación, el estado de derribo de la Real Sociedad, la ausencia de Savio, el regreso de Aimar a la titularidad...

Está previsto que el argentino vuelva como titular. A falta de otros artistas, regresa el mayor de todos. Los que sí van a faltar son los dos zurdos recalcitrantes, Savio y D'Alessandro. El argentino, por el amago de beso de Glasgow (así le llaman los británicos al cabezazo berraco y tabernario) al teatral Messi en la Copa. Esa roja tan singular cuesta un partido. Lafita u Óscar llenarán su espacio en la derecha. Veremos cuál de los dos. Lafita fue titular por sorpresa en Valencia. Óscar reconoció el otro día que a él le va mejor jugar al otro lado, pero vamos, que si lo ponen juega. A Víctor le gustan los extremos a pierna cambiada, pero estos dos son diestros, así que no hay diferencia. El entrenador sabrá.

La mayor novedad se espera en el medio campo, escenario por el que han pasado todos los futbolistas de los que dispone Víctor y alguno, como Piqué, que se ha traído de otras posiciones. Celades apareció en la segunda mitad del encuentro de Copa y el Zaragoza tuvo más la pelota. También es cierto que se aplicó con más energía y orgullo y eso siempre transmite otra impresión. Pero Celades es titular teórico en este equipo, condición que niega su temporada hasta la fecha. No ha jugado más de dos partidos seguidos. Inició la Liga flojito y luego lo han frenado las lesiones. Ésta va a ser su oportunidad de subirse al tren de un año que aún lo aguarda. El Zaragoza precisa su criterio, la templanza y hasta el ritmo sobón que a veces le pone a la pelota el catalán.

Savio.

El brasileño no juega porque el Zaragoza impuso esa condición para autorizar que la Real lo fichara del Flamengo, además de rebajarle 7,5 millones. No fuera que Savio la liase, que una cosa es la generosidad y otra la tontería. Los datos indican que esa posibilidad resulta poco probable: el equipo de Miguel Ángel Lotina (sí, Lotina, aquél del Espanyol y el 12-A y bla bla bla) no ha ganado fuera; de hecho, ninguno de sus fichajes de invierno (Savio, Herrera y Víctor López) conoce el triunfo en la Real.

Por Savio entrará Jesuli, muchacho liviano que nació en el sur y que trató de exportar su arte vernáculo al norte. Primero en Vigo, adonde se lo llevó Víctor Fernández para su Celta. Pero llovía demasiado. Regresó a Sevilla. Ese tren iba muy rápido. Ha terminado en la Real Sociedad. Ahí caen chuzos de punta cada partido. Un sevillano en ese fangal. Un pato en un garaje. La Real Sociedad juega contra todo: el tiempo, la desesperación y la lógica. Y por el camino, juega también hoy contra el Zaragoza.