Muñiz fuerza la máquina

Un hijo de Mareo anda por Málaga buscando milagros para sostener un proyecto al que la Segunda le viene cada vez más grande. Muñiz, que no va de buhonero ni es amigo de los excesos, está forzando la máquina blanquiazul a la caza desesperada de soluciones. El técnico asturiano intentará hasta última hora contar con los tocados Silva y Jesús Gámez, hombres que de la noche a la mañana han pasado de ser promesas a pilares. Es la realidad de un Málaga que se mueve en el alambre y que recibe a un Sporting con tanta experiencia concursal como los inquilinos de Martiricos. Diría que más.

La cohorte de Preciado llega dispuesta a entrecortar la sonrisa a Muñiz, gijonés por los cuatro costados. El Sporting, que se hace más peligroso cuanto más lejos tiene El Molinón, respira a partido casi de Primera, con un campo amplio, agradecido. No hay lugar tan propicio para desmelenarse como La Rosaleda, guarida donde los fríos y estructurados conjuntos de Segunda se crecen. Y llega el Sporting atiborrado de razones. Ha recuperado la senda del triunfo, esa que aparece y desaparece en Málaga como el Guadiana. Y llega con Diego Castro y Andreu clamando vendetta; con Barral y Congo afinando las mirillas; con un joven portero pidiendo un lugar entre los grandes; y sobre todo, con un puñado de valientes gijoneses capaces de cruzar España de una punta a otra para insuflar una micra de aliento a sus hombres.

Buena noticia sería para el Málaga que el malaguismo aletargado (no el que va cada domingo, perenne, fiel y sufridor) se asomase a echar un cable. Pero ni siquiera las entradas regaladas seducen lo suficiente como para ir a ver a este Málaga, que coquetea con el averno. Hoy, la cosa sí va de que la pelota entre. Como sea.

Sandro.

Si su gran amigo Preciado asegura que es el mejor medio de Segunda, algo de razón debe llevar. Por ello, se prevé un Sporting que presionará la zona de creación malaguista, especialmente, los balones que lleguen al canario.

Silva, la sorpresa de la lista, lucirá una protección

Álvaro Silva es la sorpresa de la convocatoria junto con Jesús Gámez. Ambos defensas no están aún a tope, pero Juan Ramón Muñiz les necesita para poder competir con el Sporting. Silva, que fue operado de su mano derecha hace unos días, se ha recuperado de forma casi milagrosa y lucirá durante el duelo una especie de férula: "Iba a reaparecer la semana que viene, pero el jueves vimos que podía estar para este fin de semana y he estado forzando. Estoy loco por jugar. Llevaré una protección en la mano, para no hacerme daño yo ni hacerle daño a nadie. Será una prótesis con algodón como la que llevó Salva hace un año".