Segunda | Tenerife-Castilla
Adrián busca venganza
Su padre y actual técnico perdió dos Ligas en Tenerife
Quizás no quiera dar síntomas de debilidad delante de sus jugadores para que no aparezca el miedo escénico. Puede que al aterrizar en Tenerife sienta un cosquilleo en el estómago. Y seguro que cuando pise el césped del Heliodoro Rodríguez recordará de nuevo aquellas dos tardes infames, cuando el Madrid escribió dos de sus capítulos más tristes en su impoluta historia en las temporadas 91-92 y 92-93 tras perder sendas Ligas consecutivas en el último partido (con él como uno de los referentes del equipo). La tristeza desapareció en el rostro de Michel pero su rabia sigue latente.
Por aquel entonces Adrián, hijo del ahora entrenador del Castilla, no podía entender a sus tres añitos como se podía pasar de la euforia a la tristeza en tan pocos minutos. Mata ya estaba inscrito en parvulitos en su exilio en Oviedo y Valero ya deleitaba en el Torrejón Athletic. Ellos, estandartes de este filial, conocen de sobra como discurrió la debacle pero no la lloraron en directo.
Por eso, Michel debería reunir hoy a toda la plantilla para explicarles su experiencia, describirles lo que significó para los madridistas, lo extramotivados que jugaron los canarios y la dificultad que siempre supone jugar contra doce. En definitiva, la trascendental importancia que para este club puede tener una sola derrota.
Revancha.
Si esto es así, el Castilla jugará estimulado, lo que le podría permitir continuar con su racha triunfal. De juego y resultados. Y así la alegría sería doble: tres puntos y revancha. De la Red no podrá participar en este reto ya que hoy tiene cita con Capello. Su ausencia podría animar a Michel a ubicar a Tébar como pivote, con lo que contentaría a todos: al equipo por tener un pivote que crea y recupera con idéntica facilidad, al jugador por liberarse de la mili que pasó en el centro de la zaga y al aficionado que, por fin, podrá disfrutar con sus exquisitas cualidades. El Castilla se mide a un rival angustiado por la cercanía del descenso, pero los de Michel no se arrugarán. Quieren revancha por el pasado y porque saben que el que olvida su historia está condenado a revivirla.