"Me siento como si estuviera en Barcelona", afirmó la estrella azulgrana después de su espectacular partido en el que levantó de sus asientos con su juego a las 62.000 personas que abarrotaron el Estadio Internacional de Yokohama.

Ronaldinho se mostró satisfecho por la prestación de su equipo pese a no estar al cien por cien debido a los trastornos físicos que sufren algunos jugadores por el desfase horario.

"Sí, empezamos bien. Estábamos deseando jugar porque no partíamos como favoritos por todas las dificultades ("jet lag"). Estoy muy contento por continuar a este nivel", señaló el brasileño, y descartó que fuera un partido fácil.

"El terreno estaba complicadísimo y el equipo rival tenía jugadores experimentadísimos. Salimos contentos por esto, por jugar contra un gran equipo y finalizar con un gran resultado".

El centrocampista brasileño considera que la final será "muy dura" porque el Internacional de Porto Alegre es un equipo "muy fuerte" y que está "muy bien físicamente".

Ronaldinho insiste en que el Barcelona no es favorito porque lleva menos tiempo que sus rivales en Japón y no ha tenido suficientes días para aclimatarse.

El "gaucho" alabó el partido que hizo su compañero Deco, autor del cuarto y último gol de la noche.

"Es uno de los mejores del mundo si no el mejor en su posición. Para mí es una alegría tenerlo cerquita de mí", afirmó.

También tuvo palabras de elogio para Santi Ezquerro que salió mediada la segunda mitad y se mostró muy activo.

"Ezquerro está ganando confianza. Si está en el Barça es porque tiene mucha calidad. No ha tenido tantas oportunidades como otros en los partidos, pero tenemos mucha confianza en él y esperamos que continúe así", concluyó.