Era difícil, pero el sábado sus méritos superaron, incluso, a los de Leo Franco. Como el argentino, paró dos penaltis, pero también marcó el gol de los suyos (1-1) al lanzar una falta casi desde su portería. Se llama Joel Robles (Getafe, 1990), mide 1,93 y es el portero del Juvenil División de Honor del Atético; indiscutible en todas las categorías inferiores de la Selección, es otra de las perlas de la cantera.
"Pues me fui cabreado. ¡Me empataron! De nada sirven tus méritos, si tu equipo no gana". Con las bromas del equipo ("¡Joel, tú quieres el Pichichi!"), se dio cuenta de la hazaña. En Primera, desde que Leo Franco le parara dos al Sevilla, sólo Leo Franco ha sido capaz de repetirlo. "Cuando le tiraron el segundo lo pensé: ¿Y si hace lo mismo?". Y lo hizo, claro. La diferencia es que Joel además marcó, pero su equipo no ganó, mientras que Leo no goleó, pero el Atlético sí sumó tres puntos. "Él es un ejemplo a seguir para todos nosotros". Joel no le conoce, pero guarda como tesoro dos coderas suyas. "Me las dio Bastón, el preparador de porteros del primer equipo. Sólo me las puse una vez, a ver qué sentía". Un lazo invisible debió unirles entonces.
El campo del Majadahonda no le traía buenos recuerdos, pues allí había perdido la Nike Cup. Pero todo se tornó. "Suelo observar a los contrarios, para intuir cómo me tirarían un penalti". Así adivinó la trayectoria del primero. "En el segundo lo tuve fácil. Conocía al jugador. Sabía por dónde los tiraba". Otra parada. Y llegó el gol. "Golpeé la falta, Ramos hizo de pantalla, le botó al portero contrario, y se coló". Golazo. "No sabía cómo celebrarlo", esgrime. Así que corrió al banquillo a abrazar a quien confía en él, a su entrenador, a Piernas. A él y a su abuela se lo dedica. "En fútbol 7 había marcado alguno, pero algo así, nunca". Fue como cumplir su sueño de "ser jugador de campo en algún partido". El otro es jugar un derby en el Calderón. Méritos para cumplirlo no le faltan.
Mide 1,93 y es una perla de la cantera
Leo le gusta, también el Pato ("tienen muy buenos reflejos"), pero su ídolo es Casillas, "es ágil, tiene reflejos y altura". De hecho, pudo haber fichado por el Madrid cuando recaló en el Atlético. Ambos se lo disputaron cuando jugaba en el Alevín A del Getafe. Eligió el Atlético. Fue hace cuatro años. "Y estoy muy feliz aquí". Humildad y trabajo. Trabajo y humildad. Esas son sus virtudes, lo que sus padres le inculcan desde que comenzara en esto. Gacela en el juego aéreo por su altura (1,93), le falta mejorar la agilidad. Hay tiempo. Va por el camino correcto.
