El césped arenoso causa estragos en Valdebebas

Tras la derrota del Castilla ante el Elche, Michel mostró su enfado por el estado del césped del Alfredo Di Stéfano llamando "lumbreras" al que echó tanta tierra. AS ha intentando ponerse en contacto con el aludido para investigar las causas de los problemas, pero sólo se ha encontrado trabas. El Real Madrid no permitió ayer que la empresa de mantenimiento del césped explicara con libertad lo sucedido, cuando ésta era su intención.

Según las fuentes consultadas, varios días antes del encuentro y no con 15 de antelación como se requiere, la subcontrata PILSA decidió resembrar algunas zonas del campo al estar dañadas. Para ello, decidió echar varios kilos de arena con el objetivo de favorecer el crecimiento del césped y conseguir que los agujeros no se notaran tanto.

Pero el remedio fue peor que la enfermedad y al cuerpo técnico del Castilla no le gustó nada. Michel se enfadó mucho, quizás porque él conocía lo que sólo saben las personas que acuden a la Ciudad Deportiva: los jardineros que han trabajado durante infinidad de años en el club, con el mítico Ángel López a la cabeza, realizan ahora funciones menores de jardinería, y "se dedican a abrir los vestuarios y a deambular por los pasillos" (según denuncian los propios trabajadores), mientras PILSA es la responsable del mantenimiento del césped, que fue colocado en 2005 por la empresa OPSA.

La hierba es de última tecnología

OPSA también fue la empresa que importó el césped desde Holanda para resembrar el Santiago Bernabéu en 2005. Tiene la peculiaridad de que mezcla la hierba natural con la artificial (3%), cuyo rendimiento es de 1.000 horas y no de 300 como la habitual. El césped fue transportado en camiones frigoríficos a unas temperaturas de cinco grados bajo cero, lo que se repitió para los campos de Valdebebas. Estos terrenos de juego necesitan más de 400 rollos (tepes) con un grosor de 2,5 cms., una longitud de 14 m. y una anchura de 1,20 m. Al ser tepes tan grandes se puede evitar el levantamiento.