Primera | Athletic
Ni vídeo ni abuso de charlas
Marca la distancia con los futbolistas y trabaja siempre con el once
Ha tenido que pasar 27 años en los banquillos para sentarse en el del Athletic. La carrera de Mané y su inseparable Angel Garitano, hermano y padre de dos ex leones, cobra impulso con esta decisión. Ahí quedan cinco ascensos, tres a Primera, y por encima de todo el soberbio subcampeonato de la UEFA en la mejor final de la historia. Perder 5-4 contra el Liverpool, engrandeció el fútbol de un Alavés arrollador y tanto o más la caja fuerte del club de Gonzalo Antón, que ingresó 3.000 millones de pesetas por traspasar a Contra y Javi Moreno.
José Manuel Esnal, un interior derecho al que en Balmaseda llamaban cariñosamente 'Fórmula', siempre ha sido fino mandando. Como cuando dijo a su presidente que fichase a un chaval de 19 años que le había dado la tabarra con un marcaje individual por todo el campo para no volverle a sufrir. Hoy es un amigo. Si en algo coinciden quienes le han tenido como entrenador, es en su capacidad para exprimir al grupo desde la coherencia, la sencillez. Se ha hecho respetar por todos los vestuarios gracias a su visión táctica en los partidos, a la habilidad para leerlos. Dicen que cambia bien. ¡Ha cambiado tantas veces!
La metodología de Mané pasa por la practicidad en la preparación de los partidos. La teoría se ensaya sobre el césped y desde el jueves, hoy, su once titular se verá en Lezama en un partidillo. A partir de ahí se trabajan movimientos, circulación de balón, situaciones reales de juego... Puede que algunos jugadores se sientan desde mitad de semana suplentes, pero ahí estará su ayudante para que no se duerman. Nada o casi nada de videos de rivales, las charlas colectivas son muy cortas. La filosofía es no aburrir a los futbolistas, no abrumarles con consejos individuales.
Mané se dirige a los jugadores para aspectos técnicos y cuando tienen inquietudes personales se las trasladan a Garitano, que es quien espía en directo a sus rivales. Reduce al máximo las concentraciones y marca una distancia con la Prensa. No es hombre de grandes titulares, sí de reflexiones. Prefiere no dar juego a ser preso de sus palabras.