Muñiz tira de sus torres

Para qué elegir cuando se puede tener todo. Muñiz tira de sus torres atacantes para lograr su primer triunfo como técnico del Málaga. Salva Ballesta se encuentra esta tarde con un partenaire que ya había dado por perdido: El Chengue Morales. Los problemas se acumulaban en la mini crisis post Marcos con la sanción a Salva y la lesión de Couñago. Sin embargo, capricho de los hados, esto hizo renacer al Chengue de sus propias cenizas. Tanto en Lorca como en San Sebastián su alargada presencia resultó más positiva que nunca para el equipo. Pero siempre dio la sensación de que el charrúa luce menos en soledad, donde nadie aprovecha sus virtudes, sus peinadas, sus huecos... Con Salva puede vivir un idilio a partir de esta tarde. El maño podrá desprenderse de muchas de sus obligaciones con el gigante a su lado, realizando el trabajo más oscuro. Salva y su inquieto gatillo sólo tienen que aguardar la suya, la que proporcionará Morales.

Muñiz olvidará el blindaje absoluto para agradar a La Rosaleda en su primera aparición oficial. La afición no espera sólo meros resultados (que los quiere), también reclama una imagen, sensaciones, esperanza. El asturiano está completando un máster acelerado de entrenador de fútbol en una casa que es un rompecabezas. Le queda trabajo. En 180 minutos no ha logrado un triunfo, pero la lectura no ha de ser negativa. En Liga, en apenas dos días, arañó un punto a domicilio. Luego, completó la clasificación para octavos. Hay que ser optimistas.

Muñiz lo es. Sabe que el camino será arduo. Minucioso y disciplinado, está imponiendo en silencio el sello del nuevo Málaga. Schürrer, que lucha contra el tiempo y contra la falta de ritmo, ya ejerce de líder de la defensa. Si la competición le hace crecer, quizá el Málaga se endurezca en defensa y no conceda siempre el primer gol al rival de turno (lleva así nueve jornadas amén de los dos partidos ante la Real). Para ello también ha otorgado galones a Silva, mediocentro de urgencias con Romero KO. Falta que la presión sea conjunta y mucho más solidaria para que el sistema defensivo fluya solo. Ese es el mayor reto de Muñiz, acorazar a Arnau.

Lucas.

El técnico de la Ponferradina se engancha al tren del victimismo para lograr ganar a domicilio. Los leoneses tan sólo han sumado un punto y marcado dos goles lejos de El Toralín, pero una victoria les pondría por delante del Málaga, que ya no sabe si es un gigante o un molino de viento.