El Chengue agudiza la crisis de la alicaída Real

El Málaga aguantó el chaparrón realista y logró por segunda vez en su corta historia (desde su refundación) llegar a octavos de final de la Copa del Rey. Muñiz, que era el segundo de Juande en la primera ocasión, no respetó los galones de Lotina, entrenador que ganó la pasada edición. Y empujó a los malagueños en una competición que siempre le es infiel. Ayer no, aunque si el Chengue no llega a hacer valer su contundencia para sentenciar la eliminatoria, las sonrisas habrían quedado en Anoeta. Lotina quiso hacer valer su experiencia y tiró de manual para sorprender al precoz Muñiz. La Real saltó al campo con un 3-5-2 que desarboló como un ciclón al timorato Málaga. Los malacitanos, escudados en el 4-1 de la ida, ni siquiera vieron llegar a Díaz de Cerio, que abrió tan pronto el marcador que encendió a los valientes que poblaron Anoeta.

Enfurecidos con la desastrosa marcha en la Liga, se aferraron al último aliento de Copa que quedaba en San Sebastián. Fue más afán que efectividad. El entramado de Lotina demostró que su Real puede ganar a un Segunda, pero que no se come a nadie. Muñiz, técnico de la escuela Juande, por supuesto, se sintió herido en su orgullo. Es nuevo, pero no está para experimentos. Consciente de que perder el encuentro era un mal menor siempre que se alcanzasen los octavos, incrustó a Antonio Hidalgo en la medular. La renuncia al ataque fue casi total, con el Chengue pinchando cada balonazo que le enviaban sus compañeros. No valió para mucho. El uruguayo se impuso casi por sistema arriba, pero Juanito (imperial) frustró cada tentativa de peligro.

Si el Málaga con 1-0 creía que se volvería de San Sebastián en octavos y sin sobresaltos, no podía estar más equivocado. El vendaval de la Real siguió. "Nos dominaron", admitió Muñiz. La Real ganó llegada en la segunda mitad pero siguió carente de llegada. Desesperado, Lotina sacó a Xabi Prieto, que dio otro aire al equipo. Eléctrico, nada más entrar regaló el segundo gol a Díaz de Cerio. El joven delantero, que metió 25 tantos en Segunda División B con el Sanse, es la gran esperanza de su afición. De gol anda sobrado. Y cuando Anoeta vislumbraba la remontada, que parecía más accesible que nunca el Chengue se acordó de meter goles y mató el milagro del ex técnico campeón, Lotina.

Lotina "Hubo falta en el gol del Málaga"

"Conozco a Megía Dávila y me gusta como árbitro para fuera de casa. Creo que en la jugada del gol del Málaga hay una falta clara a Juanito y ese error es demasiado importante, porque suponía poder haber seguido en la Copa. Es una equivocación que no puede pasarse por encima. Le dije al asistente que ser anticasero no es sinónimo de ser un buen árbitro, aunque para mí Megía sigue siendo un buen árbitro. Hicimos lo que pudimos".

Muñiz "No perdimos los papeles nunca"

"Por suerte hemos podido hacer un gol. Sabíamos que veníamos a un campo difícil. La Real es un buen equipo y aunque está mal en la Liga sabíamos que no iba a tirar la Copa. Estoy contento con el trabajo de los jugadores, han estado muy bien. Lo mejor ha sido el orden y la distancia que mantuvimos entre líneas. No perdimos los papeles en ningún momento. Por cómo están las arcas del club, preferimos un grande, pero no vamos a renunciar a nada".