Sesión de castigo tras un gran enfado de Rijkaard

Hay algo que no le acaba de convencer a Frank Rijkaard. Conforme van pasando los días, el holandés parece más irritado. Eso de haber visto a Jose Mourinho varias veces en dos semanas parece que no le ha sentado muy bien. El técnico portugués le ha comido la moral. La derrota en Stamford Bridge, el empate del pasado martes en el Camp Nou ante el Chelsea y ser consciente de que sus jugadores no están desplegando el fútbol que en ellos es habitual han irritado en exceso al hasta ahora tranquilo holandés.

Y ayer explotó. Rijkaard observaba cómo sus futbolistas se reían a la hora de poner en práctica un ejercicio, por lo que interrumpió la práctica y ordenó a sus chicos que dejaran lo que estaban haciendo. Estaba enfadado. Era tal su malestar que mandó a sus chicos a que dieran cinco vueltas al campo de entrenamiento de La Masia para volver a comenzar el ejercicio después del esfuerzo en carrera. Conscientes del estado de preocupación de su entrenador, los futbolistas se pusieron las pilas y esta vez sí que lo hicieron correctamente.

Rijkaard pide a los azulgrana que no bajen el pistón en Riazor, después del buen partido realizado ante el Chelsea. Será una prueba de fuego. Parece que los nervios se han instalado en casa del gran campeón y que las cosas vuelven a ser como antaño. Hoy volverán a entrenarse y se espera que la seriedad se instale en la sesión. Será una buena manera de calmar a Rijkaard.

Iniesta lo considera normal

Andrés Iniesta fue uno de los pocos futbolistas que habló ayer para los medios. Después de denunciar públicamente que se ve "titular y no como un revulsivo", el centrocampista internacional aseguró que "cuando tiene que ser duro, el entrenador se comporta como tal y eso es lo importante", comentó. Además, el futbolista admitió que el equipo se ha quedado "un poco tocado" tras el empate del pasado martes ante el Chelsea en el Camp Nou.