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Segunda | Málaga - Valladolid

La revancha de Marcos

El Valladolid le debe aún el dinero de la pasada campaña

<b>TRANQUILO. </b>Marcos Alonso posa para AS en La Rosaleda.
paco rodríguez

No nos engañemos. Aunque Marcos se haya apresurado a decir que no tiene ánimo de revancha ante el Valladolid, existen sus matices. Porque sí, sí que tiene ganas de venganza. Pero su guerra es sólo con el factótum de Zorrilla. Su nombre es Carlos Suárez, al que el técnico blanquiazul califica de "impresentable". Atentos a la historia, no tiene desperdicio. La temporada pasada, el presidente vallisoletano decidió vender a Aduriz al Athletic por unos millones de euros en el mercado invernal cuando su equipo iba camino del ascenso y en contra de la opinión de Marcos. El cántabro avisó a su ex jefe: "Sin Aduriz no subimos". Suárez le dijo que tranquilo que él no corría peligro, pero en cuanto fallaron los resultados (tal y como Marcos predijo), le empezó a atacar. Tras un cruce de declaraciones (públicas y privadas), la relación se enrareció y aquello acabó en guerra. Y dura todavía.

Marcos ya ha perdido la cuenta de las veces que ha ido a Madrid (casi todas las semanas) a reclamar el dinero que le adeudan. Efectivamente, Suárez no ha pagado aún al santanderino lo que le debe. Prueba de su catadura moral. Ustedes se preguntarán cómo es posible entonces que el Valladolid haya podido contratar a otro entrenador si aún no ha finiquitado al anterior. Por ley no se puede, pero ya saben, en el fútbol español manda quien manda.

Atrapado aún por su pasado, a Marcos se le ha abierto otro frente en Málaga. No ha podido arreglar sus problemas con el Valladolid y ya tiene unos nuevos en Martiricos. Su relación con la cúpula directiva blanquiazul es más y más fría. No se acaba de explicar qué ha hecho mal para estar siempre cuestionado y por eso pide aire a gritos para trabajar tranquilo con un extenso vestuario que aún le apoya en franca mayoría. Pero el único oxígeno que le conceden es el de los resultados. El 4-1 a la Real disimuló el naufragio de Jerez, pero la Copa no da puntos y sin puntos hay despido. Lorenzo lo mantiene desde hace mucho, Fernando cada vez está más convencido de ello. Como los puntos los dan los goles, el Málaga de Marcos se encomienda al acierto de Salva y Pablo Couñago. Sus aduriz, sus goles, sus puntos, su pellejo...