Luis y Riera pasan de ser marginados a decisivos

Se han dicho y se han escrito muchas cosas estos últimos días sobre dos de los mejores futbolistas del equipo de Ernesto Valverde. El técnico extremeño se ha dado cuenta de que Luis García y Albert Riera son dinamita para su primer proyecto en el Estadi Olímpic. Lo demostraron el jueves en el Toyota Arena de Praga. Dos goles en momentos decisivos ensalzaron la moral de un grupo venido a menos y víctima de una constante inestabilidad, la cual pueden cortar mañana si se logra vencer al Racing. La opción está ahí y nadie quiere desaprovecharla.

Tanto el asturiano como el mallorquín eran dos tipos felices ayer por la mañana en Sant Adrià. Vivían en una resaca dulce viendo cómo el resto de sus compañeros que no jugaron ante el Sparta de Praga y que trataban de convencer al técnico para que les dé próximamente una oportunidad.

"Siempre dije que tenía muchas ganas de conseguir mi primer gol en competición oficial esta temporada. Dije que lo celebraría con rabia, y así lo hice, pero me alegré por mí y por el equipo. Se habían dicho y escrito muchas barbaridades y ahora que parece que las cosas se están tranquilizando encaramos el partido de mañana con muchas ganas, ya que deseamos celebrar el segundo triunfo de la temporada en casa para celebrarlo con los que de verdad sufren mucho", explicó Luis García, que iba flanquado, como casi siempre, por su inseparable Iván de la Peña. "No tendrá nada que ver el partido de mañana con el del pasado jueves", siguió el asturiano, que añadió que "la mentalidad, para muchos, puede ser diferente, pero tanto mis compañeros como yo lo que deseamos es que la pelota entre en la portería cántabra".

Albert Riera siguió la idea de su compañero. Contento y satisfecho por el gol conseguido, el insular explicó que "me siento en un buen momento, la verdad. Hice una buena jugada que acabó en gol, pero el mérito fue de todo el grupo, que hizo un partido sobervio".

Olvidado.

Está el castigo impuesto por Valverde la semana pasada, cuando dejó a Riera en casa y no viajó a Villarreal. Para el zurdo "el tema está olvidado. El técnico sabe que quiero jugar todos los partidos y le voy a complicar mucho la vida, ya que quiero lograr cosas importantes esta campaña. Vivo un momento dulce y lo quiero aprovechar", razonó, que se ha convertido en el Pichichi del equipo en la Copa UEFA junto con Walter Pandiani.

De purgados a decisivos. Son cosas del fútbol, que Luis y Riera deben aprovehar.