Puyol se entrena aparte pero estará en el clásico

Carles Puyol estará el domingo en el Santiago Bernabéu. Después de retirarse con molestias de Stamford Bridge el pasado miércoles, en el enfrentamiento ante el Chelsea (1-0), el futbolista catalán encendió las luces de alarma, pero estará en buena predisposición para poder disputar el clásico. Con cara de disgusto y sin querer mostrar una sonrisa, el defensa ilerdense estuvo ejercitándose ayer por la tarde con el grupo, aunque nunca entrando en una dinámica conjunta.

Puyol hizo carrera continua con Juanjo Brau, uno de los preparadores físicos del equipo, demostrando que su estado es óptimo para poder participar en un encuentro de tales características. Hoy, en la sesión matinal programada por Frank Rijkaard, el zaguero ya se esforzará con el resto de la plantilla y acabará de tranquilizar a los aficionados del Barcelona, que comienzan a sufrir por el devenir de su equipo, tras el nefasto resultado conseguido en Londres.

Silencio. Puyol no abrió la boca. Fue el último en entrar en el campo de entrenamiento de La Masia, por lo que evitó de esta manera hablar con nadie. Y después de la corta sesión, se fue a casa. No está el horno para bollos en Can Barça. Las dudas creadas tras ver el juego del equipo en los últimos partidos han llegado a un vestuario sin la confianza ni la soltura de las últimas campañas. Y el Real espera con ganas tras golear a los azulgrana del Steaua en la Champions.

Rijkaard medita hacer cambios

Frank Rijkaard está dándole vueltas al equipo que alineará el domingo en el Santiago Bernabéu. Visto el bajo rendimiento de Thiago Motta y de Jose Edmilson, el técnico holandés podría dar entrada en el equipo inicial a Lilian Thuram, por lo que Rafa Márquez pasaría a ocupar la posición de mediocentro, plaza en la que tan bien rindió durante la pasada temporada. De no ser así, el mexicano seguiría atrás. Otra de las dudas que tiene el técnico del Barça es seguir alineando a Leo Messi en la derecha o bien situar a Ludovic Giuly, del que se quiere aprovechar su velocidad y puntería.