Segunda | Castilla 2 - Ciudad 1
¡Qué Bueno que viniste!
El delantero salió en el 58' y dio los dos pase de gol
Los goles no sólo son la salsa del fútbol, la droga para la hinchada, el objetivo final que todo equipo persigue, el motivo de enfado para quien los recibe o el de alivio para el que los logra. Sino que a veces también son la excusa idónea para los que maltratan el balón y los resultadistas. El Ciudad de Murcia era candidato a aferrarse a esta teoría si el partido hubiera muerto en el 83' con la victoria agarrada de su brazo, pero no vale para un filial del Madrid que siempre se distinguió por su desprecio al fútbol anodino y ramplón que ayer sí defendió. No debe servir aun remontando un marcador adverso, ya que su única bandera fue la casta.
Bueno fue el artífice de la victoria, pues con sus dos pases exquisitos habilitó primero a Javi García y después a Negredo cuando el equipo se ahogaba en su inoperancia, cuando nadie era capaz de deshacer el enredo y ni siquiera de intentarlo. En su primera asistencia, a pesar de rozar la perfección, el portero del Ciudad y el ex atlético Amaya no se pusieron de acuerdo para despejarlo. Duda que Javi García aprovechó para meter la testa sin miedo. En la segunda, Negredo fue el destinatario. Éste controló a la perfección y ejecutó la jugada con maestría: toque sutil y cruzado. Tres puntos y minicrisis zanjada.
Antes de esta inesperada reacción del Castilla, Xavi Jiménez pudo sentenciar en una mano a mano, pero erró. Y avivó al filial.
El partido no tenía dominador porque nadie puso lo suficiente para serlo. El centro del campo madridista no hizo acto de presencia en un día en que la línea más castigada por los malos resultados (la defensa) por fin sí que estuvo entonada.
Apatía. La medular no tuvo el aire jovial que Valero sí le proporciona, porque el canterano asistió a la debacle del primer equipo desde el banquillo de Getafe. De la Red contagió al filial la tristeza que adquirió tras su paso por la Sub-21, mientras Javi García puso entrega que, a pesar de que ésta sólo es una minucia de la amplia calidad que posee, fue suficiente para no entregar la parcela de creación al rival. Por su parte, Rayco y Adrián no entendieron que las bandas están para recorrerlas y desbordarlas, y no sólo para ocuparlas.
La (única) lectura positiva para el Castilla es que anoche durmió alejado del descenso y que la cordura suplanta a la innovación. Granero jugó de una vez en la mediapunta y el atrevimiento tampoco faltó, ya que hasta tres arietes coincidieron en el césped. Pero la sorpresa estuvo en la portería. Codina volvió a repetir en el once tras su partidazo ante Las Palmas cuando parecía que su pulso con Adán (suplente de lujo) lo tenía perdido. El guardameta fue clave y, junto a Bueno, se erigieron en héroes para que hoy al menos se hable de coraje y no de nubarrón.
Michel: "Hemos puesto mucho coraje"
"Ha habido fases en el partido en el que no hemos cogido el ritmo y no hemos sabido hacer una lectura positiva. Antes del empate de Javi García habíamos caído en unos minutos malos en los que estábamos algo cansados. Hemos puesto mucho coraje cuando más lo necesitábamos y así hemos conseguido ganar".
Bueno: "Tres derrotas eran muy duras"
"Estábamos jugando muy lentos y hemos sabido captar lo quería Michel tras el descanso. El juego ha sido mucho más rápido y dinámico que en la primera mitad y hemos podido lograr la victoria. El resultado es muy importante para nosotros porque tres derrotas consecutivas hubieran sido un palo duro".