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Segunda | Ciudad de Murcia 2 - Málaga 0

La venganza de Luque

El Málaga, espantoso, no creó peligro ni ante nueve

<b>ENRABIETADO. </b>Luque, motivadísimo, presiona a Silva mientras intenta sacar el balón.
pepe valero

Si uno recorre el maravilloso mundo de los refranes y las frases hechas, se encontrará con un sinfín de expresiones que no por tópicas y típicas pierden su valor como pozo de sabiduría. Y qué bien les vienen al fútbol para explicar según qué cosas. Les pongo un ejemplo. Una oración tan clásica como "la venganza es un plato que se sirve frío", se puede aplicar al partido de La Condomina. Luque, un futbolista de gran calidad pero indolente, dejó el Málaga por la puerta de atrás hace un par de Navidades. Desde ese momento, el sevillano planeó su vendetta. Más tarde o más temprano llegaría su venganza. Tenía razón Luque. Llegó. Su gasolina dura 60 minutos, después se desinfla, pero en Segunda es desequilibrante. Porque el ex malaguista en apenas media hora dio con la puntita el pase para el obús de Gibanel y se coronó con un golazo marca de la casa tras desarbolar el sistema defensivo blanquiazul.

Y el Málaga, ay, el Málaga. Ayer jugó su peor partido de la temporada. Espantoso. Lo que nos hace volver a las expresiones míticas como la eterna "quiero y no puedo". ¡Qué bien le viene ésta al Málaga! Los de Marcos, simplemente, no podían. Desbordados en cada línea, no hicieron daño al Ciudad ni contra diez, ni contra nueve. Ni siquiera contra ocho si el árbitro hubiese decidido expulsar a alguien más. Los cambios, desquiciantes, tampoco ayudaron a crear, como mal menor, algo de peligro.

Es exagerado sacar conclusiones definitivas y profundas tras una derrota. Pero sí hay algunas lecturas. De nuevo se regalan ocasiones que no existían y goles tempraneros; cada vez se crean menos oportunidades; y por primera vez no marcó en un partido de Liga. Ojo que "de lo que se come se cría".

El sábado llega Tapia con el Poli bien engrasado, aunque "la esperanza es lo último que se pierde".