Así quedó Cagancho en Almagro

Así quedó Cagancho en Almagro

Villar no ha autorizado el amistoso internacional entre Ecuador y Brasil que se iba a disputar en Barcelona el martes. Y además lo ha hecho con desaire, sin atender las llamadas de sus iguales de la Ecuafútbol, Luis Chiriboga, y de la CBF, Ricardo Texeira. Mala decisión por varios motivos. Vamos por partes. El primero porque según el censo del Instituto Nacional de Estadística ya hay 497.799 ecuatorianos viviendo en España. Son de largo la nacionalidad extranjera más numerosa en nuestro país. A todos ellos se les ha hecho el pase del desprecio.

Para los españoles tampoco es buena noticia. Porque resulta que nos priva de ver a Brasil, que siempre es un espectáculo, y a Ecuador, que hizo fieles durante el Mundial y que además nos es muy próxima, cotidiana. Resulta, para más inri, que se llevan el partido a Estocolmo, por donde tres días antes habrá pasado la España de Luis. Y, claro, como los nórdicos se pongan a comparar... Y Villar se justifica con argumentos de los que si no ofenden dejan moratón. Ha quedado como Cagancho en Almagro. En 1932 el público montó en cólera y quemó la plaza porque Cagancho se negó a lidiar los morlacos.