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Primera | Zaragoza

Profesor serio, pero con gran afán pedagógico

"Enseñar es sacrificado, pero me relaja del fútbol"

Actualizado a
Eduardo Bandrés, presidente del Zaragoza y profesor.

A Eduardo Bandrés siempre le ha interesado el lado social de la economía, y en la universidad amplió sus conocimientos y experiencia en esas facetas. Su tesis doctoral versó sobre Gasto público y redistribución de la renta en España: "En la facultad comencé como profesor ayudante, como todo el mundo -recuerda-. Hice la tesis y en 1995 saqué la cátedra de Economía Aplicada. Mi especialidad siempre ha sido la economía pública y los aspectos sociales: gasto público, desigualdades, prestaciones... Esos eran los fines de mi afán investigador".

Su interés persiste, pese a los siete años de éxito político (siempre fue uno de los consejeros mejor valorados de su Gobierno) y del tránsito al fútbol. Bandrés había acumulado el suficiente prestigio como para no ofrecer dudas, pese a las suspicacias que implica la entrada de un político en un club. Su zaragocismo no precisaba demostraciones. Cualquiera que haya viajado con el equipo en los últimos años sabe que el consejero y sus hijos acompañaban con frecuencia a la expedición. En ese sentido, su llegada a la presidencia del Zaragoza tiene un indudable componente de culminación.

Desde ayer, Bandrés es también profesor de universidad. "En realidad, es lo que siempre me he sentido -reconoce-. Mi vocación. Comprendo la singularidad que hay en el hecho de que un presidente de fútbol dé clase en la universidad. Yo también lo siento así, pero en cuanto me meto en la facultad me olvido de todo y soy uno más". Bandrés dará un cuatrimestre a los alumnos de 2º curso; después, completará el año con otro grupo y materia. "Pedí esta asignatura. Podía haber pedido otras en las que había estado antes, con menos alumnos y más especialización, pero quise dar esta asignatura porque creía que era una forma más pura de volver. Es una asignatura troncal, con alumnos más jóvenes, y aplicada: no tan teórica, así que me permite combinar la teoría con mi conocimiento de la realidad económica". Su compaginación con las obligaciones del Zaragoza no le preocupa: "Enseñar supone un sacrificio, claro. Hay mucho trabajo detrás: clases que preparar, tutorías, materias, un programa... Pero esto me divierte, me relaja del fútbol".

¿Y como ven sus nuevos alumnos al profesor Bandrés? "Serio, pero su experiencia hará la asignatura muy interesante", definen. El catedrático ratifica: "Me gusta que la gente esté absolutamente concentrada en clase. Soy serio en el trato y disciplinado, pero cercano a los alumnos para facilitarles el aprendizaje. No explico sólo lo que dicen los libros, lo ilustro con ejemplos que mantengan la atención y entretengan". Su gran preocupación es la pedagogía: "Es mi reto, porque igual me he quedado un poco oxidado. ¡Lo veremos al final del curso!".