Agassa prolonga el gafe

El Hércules y Bordalás siguen gafados en las Islas y ayer sufrieron el enésimo varapalo insular. Todo comenzó bien, perfecto incluso, y dio la sensación de que era el día idóneo para superar el trauma... hasta que un fallo garrafal de Agassa al borde del descanso rompió todos los planes. No fue la única desgracia que se dio. Los alicantinos fueron capaces de sobreponerse a un 2-0, aunque en el momento menos apropiado volvieron a fallar estrepitosamente y prolongaron la agonía en las Islas Afortunadas (para algunos, claro). ¿Tendrá fin este calvario?

El choque comenzó con un Hércules muy bien situado sobre el terreno de juego. El conjunto de Bordalás presionaba y ahogaba la salida de balón del Tenerife. Además, aprovechaba la velocidad de sus hombres más adelantados, en especial de Juanlu, y ponía en continuos problemas a la defensa insular. Xisco, Albacar y el propio Juanlu contaron con oportunidades para adelantar a los blanquiazules.

Sin embargo, a partir de ahí el juego se fue equilibrando y los de Krauss fueron ganando presencia en el campo, aunque sin inquietar en exceso la meta rival. Cuando parecía que se iba a llegar al descanso con el resultado inicial, un error incomprensible del guardameta Agassa ponía en bandeja el gol a Frankowski, que no perdonó. Los peores presagios aparecieron.

En la reanudación, los locales salieron con muchas ganas buscando la sentencia. Parecía que la habían logrado cuando tras una jugada de estrategia Culebras colocaba el dos a cero en el marcador. Pero el Hércules no había dicho ni mucho menos su última palabra y en apenas ocho minutos igualaba la contienda. Primero fue Juanlu y Tote, que aprovechó un regalo del guardameta Bernardo y metió el segundo con una exquisitez. Había vida, había esperanza.

Loco. El partido entró en aquel entonces en un frenesí continuo. El Hércules parecía crecido, pero los locales supieron reponerse y Ayoze aprovechó un pase en profundidad para superar en el mano a mano a Agassa. El gafe de los alicantinos se confirmó.