"Si el entorno confunde, ése no es mi problema"

Ahora que Alatriste ha sacado lustre a los antiguos valores y nos ha recordado que cuatro siglos atrás, cuando se escuchaba el nombre "español" en un campo de batalla, al enemigo le temblaban las piernas, va el Levante y se empeña en poblar su vestuario de jugadores foráneos. Si ahora las guerras se libran sobre los campos de fútbol, cabe la reflexión sobre qué política de fichajes es más adecuada para lograr la permanencia por la que van a luchar Recreativo y Levante desde mañana mismo. Hugo Ballester nos analiza la confección de dos plantillas que, en busca del mismo objetivo, han armado sus ejércitos con soldados tan dispares.

C ierto es que en Rocroi comenzó la decadencia de los Tercios españoles, pero también que, cuanto más cruda era la pelea, los primeros en salir por piernas fueron los tercios italianos, que menos fidelidad le tenían a la causa española, como es lógico. Ahí aguantaron los desvencijados tercios nacionales que no aceptaron una rendición honrosa, porque en su ideal ninguna rendición podía ser honrosa. "Esto es un Tercio español", espeta el curtido capitán al interlocutor francés como sinónimo de que iban a pelear hasta la muerte. Cuando las cosas vengan peor dadas aún, ¿quién creen que dará la cara hasta el último minuto del último partido? Un plantel de nacionales que seguirán jugando y viviendo en España o uno con muchos extranjeros que o volverán a sus clubes de origen con el futuro resuelto o, quizás, incluso cuelguen las botas.

El técnico del Levante, Juan Ramón López Caro, dejó claro ayer que no se va a dejar influir por las presiones que comienzan a surgir por los malos resultados del equipo y que quiere reflotar la nave como sea. El lebrijano se molesta cuando se le habla del ya famoso entorno que rodea a muchos equipos y, en concreto, a los granotas. "Todo el mundo conoce la realidad del Levante. Hay jugadores que han venido a última hora y muchos tienen ritmo distintos y niveles de forma diferentes. Hay equipos que tardan 10 años en formarse", espetó el andaluz. "Pero esto no lo dice Juan Ramón, no he venido aquí para soltar palabras mágicas. Si se habla de mi crédito, es problema de ellos", añadió sin concretar.

"Si el entorno confunde, ése no es mi problema. Mi deber es trabajar al máximo e irme con la cabeza bien alta", continuó. López Caro no concretó a quién se refería, pero sí que dejó en el aire una frase lapidaria. "Cuando alguien tiene problemas, es cuando hay que ayudarle", indicó.

El entrenador lanzó también un mensaje para la plantilla. Así, aseguró que su confianza hacia los jugadores es "absoluta", pero también dependerá "de su rendimiento sobre el terreno de juego" que sigan teniéndola o retirársela". López Caro aseguró que el equipo, pese a las dos goleadas cosechadas, ha puesto "una enorme ilusión" en los partidos anteriores, pero no considera que la visita a Huelva sea crucial para sus intereses. "Todos los partidos son finales, pero una final realmente es cada día. Yo, de ese tipo de presión, me río", concluyó el entrenador.

No aclara si jugará Molina o Cavallero

Una de las grandes incógnitas actualmente es si López Caro seguirá confiando para la portería en Pablo Cavallero o si le dará la oportunidad de debutar con la camiseta azulgrana a José Francisco Molina. Lo que sí que dejó claro el lebrijano es que el ex guardameta del Deportivo está en condiciones de jugar. "Ha entrado en la convocatoria y su evolución está siendo muy positiva", explicó el entrenador. Lo que sí que hizo el andaluz es dejarle las puertas del once totalmente abiertas al cancerbero valenciano, con una frase bastante ambigua. "Cualquier decisión que tome, tiene que ir en beneficio del colectivo. Estoy contento con los dos porteros y, si quitara a Cavallero, seguiría confiando en él", explicó. El ex técnico madridista, por otro lado, advirtió sobre el peligro del Recreativo de Huelva. "Es un equipo muy presionante, bien en lo defensivo. Nosotros debemos tener personalidad y ser más competitivos y plasmarlo en el campo".