Primera | Real Madrid
Ronaldo se entrenó por primera vez con Capello
Marcó cuatro goles en el partidillo 61 días después de su operación
Ronaldo volvió ayer a sonreír, pero más aún lo hizo el madridismo (y Capello) con su vuelta a los entrenamientos tras la derrota y falta de pegada del equipo en Lyon. El brasileño se unió a la dinámica del grupo dos meses después de haber sido operado en Brasil de las calcificaciones del tendón rotuliano de su rodilla izquierda. Justo 76 días después del último encuentro que disputó el 1 de julio ante Francia en el Mundial.
La de ayer fue la primera vez que Ronaldo se ejercitaba a las órdenes del italiano, que no perdió detalle de las evoluciones del ariete. Capello ha recuperado físicamente al delantero (está muy cerca de su peso ideal de 89 kilos) y quiere tenerlo cuanto antes a sus órdenes para apostar por una dupla de ensueño en ataque junto a Van Nistelrooy. El técnico no está muy satisfecho con Raúl (lo ha sustituido en los dos últimos partidos), ya que no ha visto portería en los tres encuentros oficiales del equipo, por lo que podría ser el sacrificado con la vuelta de Ronie.
El que sí marcó ayer fue Ronaldo, en lo que fue un regreso esperanzador: logró cuatro goles en el partidillo de entrenamiento que disputaron los suplentes de Lyon. Pero no fue sólo eso. El ariete golpeó el balón con las dos piernas y se atrevió con algunos cambios de ritmo, aunque no con la misma intensidad que en él es habitual ya que aún se resiente de unas molestias cuando intenta esprintar con fuerza.
Capello hizo dos equipos de seis jugadores, mientras el once titular del estreno en la Champions hacía carrera continua. Ronaldo compartió peto con el portero del Castilla Adán, con Raúl Bravo, Javi García, Reyes y el lateral del filial Sergio. El partidillo duró una hora y tan sólo las arrancadas de Robinho y la visión de juego de Guti en el otro equipo eclipsaron al brasileño.
Ronaldo mostró un buen estado físico, debido a las exigentes sesiones a las que José Luis San Martín le ha sometido desde que llegó a Madrid el pasado 31 de julio, y que le permitieron comenzar a trotar hace un mes y a tocar balón desde hace 15 días.
Su participación en el partidillo fue de menos a más. Comenzó temeroso hasta conocer la respuesta de la rodilla. Jugó el balón de primeras y no intentó su especialidad: el regate en carrera. Pero eso sólo fue en la primera media hora, en la que no vio puerta.
Encaró. Una vez que Ronaldo calentó motores y se sintió seguro, comenzó a deleitar sin ningún temor. Encaró a Pavón y Mejía en un par de ocasiones, fue al choque otra vez con Álex Pérez y batió a Diego López. No una vez, sino cuatro. La primera de ellas fue en un remate al primer toque, la segunda a puerta vacía tras una asistencia de Raúl Bravo y en las dos últimas puso su sello personal: control orientado y disparo fuerte y colocado. Tras su última diana, sus compañeros le abrazaron con entusiasmo para felicitarle.
Ronie se sintió muy satisfecho de su primera toma de contacto y así lo demostró al finalizar el ensayo. Primero se despojó de sus botas verdeamarelhas (colores de su selección) para estirar, y fue entonces cuando comenzó a bromear con Helguera y Pavón. Después se retiró a los vestuarios, no sin antes despedir a los periodistas con una sonrisa de oreja a oreja. La misma con la que la afición espera su vuelta a los terrenos de juego.